Desde hace 12 años en Ortega esperan que se concluya acueducto regional

Crédito: Suministradas - EL NUEVO DÍA Los habitantes durante las últimas semanas han unido esfuerzos por ubicar las estructuras construidas y revisar qué se puede usar de lo que quedó a medias.
En buenas intenciones quedó un proyecto que nació con el propósito de mejorar la calidad de vida de miles de familias ortegunas en la zona rural. Pasada más de una década quedan unas estructuras en deterioro que no aportan ningún beneficio.
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Desde hace más de 10 años, las familias del centro poblado Olaya Herrera y de las veredas San Isidro Canalí, Ventaquemada Canalí, Rincón de Canalí, Chicalá Canalí, Caleras Canalí, Callejón Canalí, Balsillas y Guaipá de Ortega, tienen la ilusión de contar con agua potable.

A pesar de que en la década del 2000 se contó con recursos, gestión y la estructuración de un proyecto regional, el sueño se esfumó, y hoy solo existe una obra inconclusa que se suma a la lista de ‘elefantes blancos’ de la región. 

ACUEDUCTO REGIONAL 

Pasado el tiempo, los únicos que tienen el recuerdo intacto de las promesas incumplidas, son los habitantes de la zona y como no, si en parte de su territorio hay muros, varillas, tubería, entre otras partes, que se convirtieron en el reflejo de una obra que pudo traer grandes beneficios.

Entre la poca información de archivo existente, se encuentra que el proyecto denominado construcción acueducto Olaya Herrera – Canalies – Balsillas – Guaipá, tenía como fin captar el agua del río Macule y llevarla a más de mil familias.

La propuesta que solucionaría una necesidad básica empezó a sonar en 2004 durante el mandato de Ramón Rodríguez Manjarrez. En ese entonces se habló de adelantar una construcción en tres fases.

La primera etapa, según datos de un informe de la Contraloría General de la República de 2009, se hizo a través de un convenio en 2005, año en el que se habrían invertido mil 340 millones de pesos, de esta cifra $500 millones provenían de regalías.

Se construyó una bocatoma, un desarenador, un tanque de 250 metros cúbicos y se extendió cerca de 20 kilómetros en redes de conducción y distribución.

Dichas obras se habrían entregado a la Alcaldía de Ortega en noviembre de 2006 y fueron recibidas a satisfacción. Sin embargo, el ente de control cuestionó que a mayo de 2007, la millonaria inversión no estaba generando ningún beneficio y faltaban dos fases más.  

Y, justamente en ese mismo mes, el río Macule tuvo una creciente de gran magnitud y destruyó la estructura creada para la captación de agua, igualmente, desapareció parte de un viaducto que soportaba tubería, además, la fuerza del afluente arrastró rocas de grandes dimensiones que rompieron el acero que se había instalado como soporte de la obra, entre otros daños.

Según testimonios de la comunidad, la estructura se volvió a reconstruir tiempo después.  

Otro de los datos en esta historia, es que en 2006 se creó un convenio de apoyo financiero con el entonces Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo, Fonade, y la Alcaldía de Ortega, en cabeza de Rodríguez Manjarrez.

El objeto era la construcción del Acueducto Regional Olaya Herrera, Canalies, Balsillas y Guaipá, el cual entraba hacer parte de una serie de inversiones del Gobierno nacional, que se financiaron con fondos de la Banca Multilateral, dicho convenio ascendió a los $700 millones.

 

Fases pendientes

Otros registros señalan que para la segunda etapa se habría contado con $340 millones aportados por Cortolima, con dicho recurso se instaló las conducciones para las veredas Canalíes y 810 metros de tubería en PVC para una conducción principal.

TUBERÍA

Igualmente, se alcanzó a proyectar la tercera fase que consistía en construir una conducción en PVC de 4 pulgadas entre los puntos identificados como abscisas 118 y 132 en una longitud mil 611 metros. En esta etapa se planteó financiar la obra con recursos de Cortolima y la Alcaldía.

Hacia el 2008, la administración de Ortega en cabeza de Ángel María Monroy, empezó a gestionar nuevamente con Fonade los $700 millones comprometidos dos años atrás. Por ello, se ofició al Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial explicando que con los recursos aportados por esa cartera se construiría un tramo que permitiera empalmar la tubería instalada en los Canalíes y la línea principal que se creó en la primera fase. 

 

Diagnóstico preliminar

Tras solicitud de los habitantes, hace un mes la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo del Tolima, Edat, hizo una visita técnica a la vereda Maquito junto a la Secretaría de Planeación del Municipio y la comunidad, para verificar el estado de las obras.

El diagnóstico entregado relaciona que la bocatoma, la red de aducción, el desarenador y la red de conducción está en mal estado “debido a diversos factores como el colapso de las estructuras existentes (por) las crecientes presentadas en la quebrada (Macule), falta de mantenimiento, hurto de los tramos de red, entre otros”, se describe en el informe.

BOCATOMA MAL ESTADO

En las conclusiones se señala que se necesita una consultoría para elaborar un diagnóstico “estructural, funcional, patológico y análisis de alternativas para la construcción de un nuevo sistema de acueducto, el cual indique si las obras existentes se pueden aprovechar o se debe realizar la construcción completa de un nuevo sistema, que pueda abastecer a toda la comunidad y cumpliendo con los parámetros establecidos” en la actualidad.

El gerente de la Edat, José Dayler Lasso, precisó que el diagnóstico debe surgir de la Alcaldía de Ortega, este conducirá a una consultoría que mostrará cuál es el mejor camino para el proyecto.

“La iniciativa debe nacer de la Alcaldía Municipal ante el PDA (Plan Departamental de Agua), para poder en conjunto, con la Gobernación, avanzar en la búsqueda de una solución. Tenemos la disposición de acompañar a la Alcaldía y lograr solucionar la problemática de esa comunidad”, comentó el funcionario. 

$700 millones logró gestionar la Alcaldía con el Gobierno nacional en 2006 para ejecutar parte de las obras.

Además, se especificó que con lo aportado por el Ministerio se construiría la línea que conducía a Guaipá, incluyendo los ramales a San Isidro y el ramal de la Calera con un tanque de almacenamiento de 50 metros cúbicos.

Para el 2008 también se mencionó que se contaba con el aporte de recursos de Ecopetrol, empresa que hacía presencia en el territorio con la extracción de crudo.

En esa época se establecieron diferentes contratos interadministrativos orientados al acueducto regional entre la Alcaldía y entidades como Cortolima, la Empresa de Servicios Públicos del Municipio, Minambiente y Fonade.

Igualmente, se hizo el contrato 571 de 2008 cuyo objeto era la construcción del acueducto regional Olaya Herrera – Canalies -  Balsillas y Guaipá, el encargado de ejecutar la obra fue el Consorcio Gro y la interventoría quedó a cargo de Hydra Ingeniería S.A.

Sin embargo, a pesar del trámite administrativo, el envío de oficio entre entidades, la disponibilidad presupuestal y la contratación hecha,  los habitantes desconocen hoy qué fue lo que impidió que se culminara la obra en su totalidad.

 

En época de verano “es el sufrimiento más berraco”

Adelaida Bedoya Navas es la presidenta de la Junta de Acción Comunal  de Canalí, recordó que en su momento les presentaron el proyecto como una oportunidad para que cinco mil familias accedieran a agua potable.

“Hicieron inversiones, construyeron los tanques, colocaron tubería, pero a lo último no sé qué pasó, nunca llegó agua a las casas”. 

Doña Adelaida recordó el daño que hizo el río Macule y una vez reconstruyeron la estructura, el afluente volvió a arrastrar las obras. 

En cuanto al diario vivir de los habitantes de esta parte de Ortega, mencionó que en época de invierno “la gente no sufre”, pues se apoyan con los ríos y  quebradas para abastecerse, pero en  verano “si es el sufrimiento más berraco, se nos mueren todos los árboles, nos toca ir al río a traer el líquido que está ubicado a una hora (de distancia)”. A esta realidad se le suma altas temperaturas y una marcada sequía. 

Por ello, la mujer expresó que aunque ya pasaron años “seguimos esperando quien nos ayude a construir el acueducto”. En la vereda Canalí se estima que viven 105 familias.

Don Alexánder Camacho, es habitante de Canalí y dijo que era un proyecto ambicioso del que se empezó hablar desde el 2004 y aunque se hicieron inversiones para las dos primeras fases, pasados 17 años la obra sigue sin funcionar. 

“En ese momento la idea era llevar agua potable a estas comunidades y suplir la carencia del líquido  en épocas de verano. Debido a eso se desmejora la calidad de vida de la población campesina, indígena y de los animales también”. 

El hombre explicó que aunque los sectores cuentan con acueductos veredales, son pocos los que funcionan. “La gente para cubrir sus necesidades básicas, tiene que captar el agua del río Tetuán, que por cierto viene contaminada de desechos de materia fecal, puesto que recibe las descargas de Chaparral, Olaya Herrera y veredas de la parte de arriba”.

Esta situación evidencia la gran necesidad de lograr que se concluya la obra, “el llamado que le hago a la Gobernación, Cortolima, al Ministerio de Ambiente y a la Alcaldía, es que necesitamos colaboración para terminar el acueducto, pues son momentos muy difíciles los que vive la gente por el vital líquido”. 

Camacho agregó, que a estas alturas no se buscan “culpables” sino soluciones.

 

A través de la unión se buscan salidas 

 

En 2010 se constituyó una asociación de usuarios del acueducto regional, pero al no concretarse la obra, terminó desintegrándose y desapareciendo legalmente. 11 años después, algunos habitantes tomaron la iniciativa de volver a crearla, con el fin de seguir buscando alternativas para que se concluya el proyecto.

José Arnulfo Mendoza Moreno, presidente de la Asociación de Acueducto de los Canalíes opinó que lamentablemente en Ortega tienen un detrimento patrimonial, pues fueron miles de millones de pesos los que se destinaron para la obra.

“En verano quedan secos los árboles de limón, naranjo, y la gente vive de esos cultivos, quedamos sin agua para los animales, hasta se nos han muerto animalitos de la sed y de tomar aguas descompuestas”.

También narró que en las veredas tienen acueductos y tanques, pero aclaró que en verano el preciado líquido es racionado y se prioriza para el consumo diario de las personas, “sufrimos bastante”.

Mendoza Moreno contó que con la nueva asociación se partió de cero y logró tener representación de todas las veredas involucradas en el acueducto, también, que se están haciendo diferentes actividades comunitarias para recoger fondos.

“Hice una rifa para poder pagar los gastos que hemos tenido, rifamos un millón de pesos, con eso pagamos deudas que teníamos y vamos a la bocatoma a hacer limpieza de los tanques que estaban llenos de lodo”.

La idea que tienen los habitantes, es adelantar jornadas de limpieza de las estructuras existentes y adecuar de forma artesanal, conexiones con mangueras para llevar agua a los Canalíes, pues lo que se ha visto es que la tubería enterrada está en buen estado.

Según el presidente de la Asociación ya se cuenta con permisos de los dueños de predios para captar el agua y conducirla al desarenador, desde este punto se conduce a las veredas. “Ya hemos consultado con la Contraloría y dijeron que no hay problema, hay que continuar”, de esta forma se busca evitar un detrimento patrimonial total.

Aunque el agua llegaría inicialmente a los Canalíes, se espera extenderla a Balsillas y Guaipá, según la asociación, desde la Alcaldía de Ortega y la Gobernación del Tolima, se ha mostrado interés de ayudar a culminar la obra.


 

“La corrupción se les roba ese derecho”: Renzo García

El diputado Renzo García también ha buscado respuestas sobre dichas obras inconclusas, pues considera que es indispensable concluirlo, “lamentablemente al día de hoy, ha sido dejado como otro ‘elefante blanco’ y como otro hecho de corrupción a los cuales nos tienen acostumbrados la clase política regional”.

Teniendo en cuenta que a la fecha no hay precisión en las cifras invertidas, se le consultó al asambleísta qué conoce de ello, señaló que según la comunidad serían alrededor de mil 100 millones de pesos, contando $700 millones del Gobierno nacional y $400 millones aportados entre Alcaldía y Gobernación del Tolima.

“Para tener mayor claridad le solicité a la Edat información al respecto, lamentablemente al día de hoy no la han proporcionado. También acudí a la Contraloría General de la República y sé que ellos ya hicieron las visitas correspondientes y están abordando la investigación del tema”.

En su opinión es inaceptable que se malgasten los recursos públicos de esta forma, “la administración pública no puede permitir estos casos de inoperancia y corrupción, sobre todo cuando estamos hablando de obras que deben garantizar el acceso al agua. Hoy miles de personas no tienen el líquido vital, porque la corrupción se les roba ese derecho. Algo inaceptable que no podemos seguir permitiendo”.  

Ya son décadas enteras que llevan las comunidades para tener agua potable, por ello, el interrogante es si el tema se puede discutir en la Asamblea, sobre ello, García indicó que lo ha comentado en varias ocasiones.

“En ese mismo espacio le solicité al director de la Edat que se investigue el asunto y nos ayude a resolver esta nefasta situación. Lamentablemente, el papel de la Administración departamental es paquidérmico y pareciera que poco le importan estos temas de corrupción”.

El asambleísta comentó que en las sesiones ordinarias de junio, espera contar con información más detallada y promover un debate de control político. “Los tolimenses no podemos permitir que se roben o mal gasten los recursos públicos, que en últimas son de todos y que deben servir para resolver los problemas más sentidos de las comunidades”.

En cuanto a los responsables de esta ‘elefante blanco’ de Ortega, para el diputado es “la clase política tradicional que no ha entendido que los recursos públicos son sagrados, sobre todo en un departamento con tantas limitaciones y problemas como el nuestro”, precisó.

 

DATO

Se espera que en algún momento los entes de control indaguen y esclarezcan cuáles fueron los impedimentos para que se concluyera la obra. 

 

 

DATO 

Desde que se originó la idea del proyecto han pasado varias administraciones como son la de Ángel María Monroy (2008 - 2011), Óscar Roberto Neira (2012 - 2015), Benjamín Aponte (2016 - 2019) y la actual de Ómar Carrillo (2020 - 2023).

Credito
Redacción Tolima

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