La ciudad de la lluvia
El aguacero del miércoles anterior en Ibagué tuvo perfiles diluvianos. Dejó casas, apartamentos y conjuntos residenciales inundados; calles transformadas en ríos urbanos, que arrastraban carros, bicicletas y muebles, como si estuviésemos en Barranquilla. Seis corredores viales y 22 barrios inundados. Muchas personas quedaron, literalmente, con el agua al cuello. Una escena que retrata de cuerpo entero la falta de planeación que existe en la ciudad.