Reflexiones para el próximo domingo

Jaime Eduardo Reyes

Llego la hora, el próximo domingo serán las elecciones regionales, se votará para renovar los mandatarios locales en toda Colombia. Agradezco a quienes durante estos meses me han acompañado en mi campaña por la Gobernación del Tolima con el Partido Alianza Verde.

Quiero aprovechar esta columna para escribir algunas reflexiones sobre el sistema político y la forma de hacer política en el Departamento.

Cuando inicié la campaña pensé que el mayor obstáculo con el que me iba a encontrar para desarrollarla sería la pobreza económica de las personas en los sectores marginales, debo confesar que no fue así, nadie me agobió pidiéndome mercados, ni puestos para desempleados, ni tampoco dinero para pagar facturas de servicios públicos, al final me di cuenta que la mayor dificultad que se tiene hoy en día es la pobreza democrática en la que está sumida el Departamento.

Como toda pobreza, la democrática, es la falta de capacidades de un ciudadano para tomar libremente una decisión electoral. Estas capacidades no se desarrollan a plenitud en la ciudadanía debido a que los canales de comunicación, los que se encargan de llevar el mensaje de los candidatos son aún muy débiles y no tienen la penetración suficiente para poner en Jaque a aquellos candidatos que desprecien los esfuerzos ciudadanos como foros, debates, entre otros.

El desarrollo de capacidades ciudadanas está bajo la tutela de quienes ostentan el poder económico y clientelar y no en los medios de comunicación ni en la academia. Esta situación distorsiona el deber ser de la formación de capacidades democráticas.

Otro tema del cual reflexionar es la función de la política electoral. A primera vista se entiende que el objetivo de una campaña electoral es dar a conocer los candidatos y sus propuestas, como resultado se eligen gobernantes. Y aunque así es, existe otra función, a mi juicio más importante, la asignación de valores en la sociedad.

La campaña electoral sirve no solamente para elegir candidatos, también sirve para definir el rumbo de una sociedad en términos de valores. Si los valores que se imponen en las elecciones son antidemocráticos y corruptos, esos serán los pilares de la sociedad. Y una sociedad antidemocrática y corrupta no tiene un buen futuro. Solo se puede esperar desesperanza de la sociedad y desconfianza de los ciudadanos hacia la política y los políticos.

No hay duda que esto debe cambiar, por eso la posición que asuman los ciudadanos el próximo domingo es clave en términos de buscar valores democráticos y honestos. Los ciudadanos deben entender que si se vota bien, por los candidatos adecuados podrán esperar un buen gobierno, pero si se vota mal, por candidatos que representan antivalores, no se puede esperar buenos gobiernos.

Finalmente un valor que vale la pena seguir impulsando en nuestro Departamento es el de la conservación y protección de los recursos naturales y el medio ambiente, es hora de pensar en verde, de votar en verde, si esperamos reaccionar ante los problemas ambientales tal vez sea demasiado tarde.

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