Perspectivas económicas 2018

Jaime Eduardo Reyes

Finalizando el año llegan las proyecciones, el mundo de la economía se preocupa por las expectativas económicas del siguiente año. Los gremios económicos, el gobierno Nacional, los centros de estudios, abordan este tema prioritariamente. Para el Tolima es muy importante conocer como será el comportamiento de la macroeconomía ya que lo que ocurre con la economía nacional se refleja directamente en la regional, los estudios muestran que cuando el país ha tenido crisis el Departamento se ha comportado de manera similar y viceversa.

La semana pasada la Andi publicó su más reciente encuesta de opinión industrial y concluyó que el año 2017 fue perdido para el sector, como quiera que durante el ultimo trimestre la demanda disminuyó, también lo hicieron las ventas, los inventarios aumentaron y el clima de los negocios no mejoró. Obviamente este resultado decepcionó a todos porque los pronósticos en el 2016 eran que el 2017 sería un año de recuperación.

De otro lado, el Banco de la República reconoció que el mal desempeño de la economía de Colombia no es de responsabilidad exclusiva de la caída de precios del petróleo. Es evidente que el desbalance entre el ingreso y el gasto ha conllevado a un déficit en la cuenta corriente y fiscal en donde este asciende a 4 por ciento del PIB.

En la historia los dos últimos años quedarán como los de menor crecimiento en las ultimas décadas.

Con relación a 2018, según Fedesarrollo y Anif, la perspectiva macroeconómica de corto plazo permite prever una recuperación del crecimiento del PIB en los próximos trimestres consistentes con la idea de que lo peor del ajuste ya pasó, pero el crecimiento seguirá siendo inferior al promedio histórico, se proyecta un 2.4 %.

Sobre finanzas publicas la reforma tributaria de 2016 permitió evitar una reducción en la calificación de la deuda, con todas las consecuencias negativas que ello habría tenido para el crecimiento y la estabilidad macroeconómica, sin embargo, las perspectivas fiscales de mediano plazo no están despejadas y probablemente será necesaria una nueva reforma tributaria para aumentar el recaudo y reformas en otros frentes como el pensional.

Por ser el año entrante uno electoral el primer semestre no tendrá mayores dinamismos en cuanto a las inversiones públicas por la llamada ley de garantías y la poca capacidad institucional de las entidades territoriales para ejecutar en este marco, y los inversionistas privados muy seguramente esperaran a los resultados de las elecciones presidenciales como quiera que se advierte de un posible cambio de modelo económico en las propuestas populistas de la mayoría de candidatos.

Ahora bien, las noticias positivas vienen del mercado del petróleo en donde se espera que el precio de este se mantenga por encima de 55 dólares el barril, y el nivel de inflación se proyecta estar por la meta de 3 por ciento lo que le permitirá al Banco de la República mantener una política monetaria expansiva la cual estimulará el gasto y por lo tanto aumentará el nivel del ingreso total.

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