Un encuentro fructífero

Se cumplió el pasado lunes, el esperado encuentro entre la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, y la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda.

En la reunión hubo buen ánimo para trabajar por parte de los equipos de gobierno, se aclararon malentendidos y se establecieron compromisos en beneficio de la capital.

Las dos gobernantes acordaron la realización de mesas técnicas para agilizar asuntos prioritarios, como la pavimentación de vías urbanas, el uso de recursos de la Edat para mejorar la avenida Ambalá en el sector de El Salado, entre las calles 103 y 148, y la viabilización del viaducto de Mirolindo. 

Otro buen resultado del encuentro es que la Gobernación y la Alcaldía organizarán de manera conjunta la versión 51 del Festival Folclórico Colombiano. Esta es una gran noticia, ya que con una programación conjunta no habrá dispersión de recursos, se articularán las autoridades municipales y seccionales y se promocionará de manera más efectiva la ciudad.

La decisión de trabajar en armonía y con propósitos comunes es fundamental para avanzar en la construcción de una mejor región para los tolimenses. Hay que tener en cuenta que aún quedan tres años de las administraciones seccional y municipal, así que es largo el trecho por recorrer. Además, el Tolima e Ibagué tienen muchas necesidades en materia de obras públicas, salud, educación, en la búsqueda de inversionistas, en la creación de empleo y en el aprovechamiento de oportunidades para los empresarios locales allende las fronteras.

Las rivalidades, los intereses políticos y las intenciones de obstaculizar el trabajo de los opositores han causado enormes daños. En el pasado por causa de disputas políticas y personalistas, algunos programas y obras fueron interrumpidos o abandonados. Esto ha significado un desperdicio de dinero y el incumplimiento de las metas de desarrollo de Ibagué.

Las dos mandatarias reconocieron que el trabajo conjunto es la única forma de solucionar los problemas de la ciudad. Lo más importante ahora es mantener abiertos los canales de comunicación directa, manejar con prudencia las redes sociales y evitar ser parte de las provocaciones con tinte político que solamente buscan obtener réditos sembrando la discordia. Como manifestó la gobernadora hay que “dejar a un lado los intereses políticos”.

El Nuevo Día

Comentarios