Mejora la seguridad en las ciudades, pero empeora en los campos

Una de las grandes preocupaciones ciudadanas está relacionada con la delincuencia. Cada día los colombianos se sienten más inseguros, sobre todo en las grandes capitales. Y no es para menos: en los noticieros de televisión se informa a diario sobre delitos como hurtos de vehículos, atracos y asaltos a residencias, perpetrados con excesiva violencia.

Sin embargo, en el caso del Tolima, la situación es diferente, de acuerdo con los reportes de la Policía del Departamento. Según el reporte oficial, en los dos primeros meses de este año, se logró una reducción importante de los homicidios, al pasar de 48 casos en 2024, frente a 16, en el mismo periodo de 2025; es decir que se registraron 32 asesinatos menos. Algo similar sucedió con otros delitos de alto impacto como lesiones personales (25 casos menos), hurto a personas (215 casos menos), hurto a comercios (65 casos menos), hurto a residencias, (51 casos menos), hurto de motocicletas (65 casos menos) y hurto de vehículos (tres casos menos).

La Alcaldía de Ibagué también dio un parte positivo con respecto a la disminución de los delitos en enero: decrecieron hurto a personas (202 casos menos con respecto al primer mes del año pasado), hurto a comercios (63 casos menos), lesiones personales (cuatro casos menos), hurto a residencias (dos casos menos), hurto de motocicletas (23 casos menos) y hurto de celulares (173 casos menos).

De acuerdo con los resultados expuestos por las autoridades del Departamento y su capital, las estrategias de seguridad están funcionado y en Ibagué se aprecia una mayor presencia de la Policía en las calles. Esto no significa que haya que cantar victoria en la lucha contra el delito. Hay que mejorar la capacidad de respuesta ante los llamados de emergencia; además, los ciudadanos de algunos sectores se siguen quejando por los continuos robos en viviendas y atracos callejeros.

Sin embargo, las alteraciones del orden público están fuera de control por razón de la reactivación del conflicto armado en regiones como Catatumbo, Chocó, Arauca, Cauca, Nariño y Antioquia, donde han aumentado las acciones terroristas, los combates entre facciones de grupos armados, las extorsiones y los homicidios selectivos. En el Tolima la situación es crítica en los municipios del sur, suroriente y más, recientemente, en Roncesvalles, donde se desarrolla una fuerte disputa territorial entre grupos disidentes de las extintas FARC. En frenar esta problemática se habrán de concentrar los esfuerzos de las autoridades.

El Nuevo Día

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