Catalina Vallejo, administradora del conjunto cerrado La Balsa, señaló a través de una carta que el contenedor de basuras que tiene los locales de comidas preparadas, oficinas, papelerías y supermercados, es insuficiente.
“Lo único que genera es la propagación de animales como ratas y gallinazos, que claramente afectan a los vecinos de todo el sector del Vergel. Un sitio exclusivo que no cumple con las normas mínimas de salubridad”, expresó la administradora.
Lo que más indigna a los residentes, es que pese a que se ha solicitado la solución de la problemática a Cortolima y a la Secretaría de salud, no se ha contado con el apoyo de estas entidades, para que protejan la salud de los vecinos y los mismos usuarios de los locales.
Al cierre de esta edición EL NUEVO DÍA no logró ponerse en contacto con la inspectora Ambiental, Gloria Restrepo, ni con la secretaria de Salud, Gilma Lucía Peña Daza.
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