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Pocos meses después de haber iniciado la pandemia, regresé al pueblo en donde está la casa de mis padres. Eran días difíciles, llenos de miedo y angustia por todo lo que se veía en las noticias. En medio de ese contexto, decidí desarrollar un proyecto fotográfico que abordara el temor y el amor de ellos como esposos.
Nunca antes habíamos hablado de la muerte, un tema difícil al que siempre le habíamos huido, pero a través de la fotografía empezamos a dialogar. Fuimos al cementerio del pueblo e hicimos unas fotos; luego hablamos de las pesadillas que habían tenido en esos días, revisamos el archivo de fotos del matrimonio y representamos sus sueños en fotos. En una de las sesiones, ellos se quisieron representar como fantasmas y así lo hicimos.
Poco a poco se fue soltando esa carga y muchas veces todo fue risas y el temor de la muerte se fue disipando.
Un tiempo después, mi padre ingresó al hospital, un lugar en donde vivió tres meses de angustia y soledad. Él, un hombre de pocas palabras, partió de este mundo en silencio, sin que nadie lo notara en el hospital. En medio del dolor, tomé la cámara y traté de documentar esa despedida de esposos que vencieron el temor por medio del amor.
Me da cierta tranquilidad pensar que tal vez en sus duros momentos recordó las fotos que hacíamos y las conversaciones sobre la muerte que tuvimos y que eso le dio paz en su lecho de enfermo.
*Yair Suárez. Vianí, Colombia. Fotógrafo y docente de humanidades. Ha sido fotógrafo documental durante cuatro años y fotorreportero freelance en Turquía. Le interesa la fotografía documental y las historias de ruralidad. Hace apenas cuatro años aprendió a usar una cámara fotográfica, lo hizo porque siempre le había gustado la literatura y quiso explorar con imágenes la narración de historias. Ganó el Concurso Latinoamericano de Fotografía Documental en 2021 y 2022. IG: @yairsuarezph.
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