Es abundante la literatura que encontramos sobre la importancia de la oratoria, de hablar bien en público y de cómo fortalecer esa habilidad; sin embargo, no ocurre igual con material sobre el valor de las conversaciones y cómo lograr que estas sean significativas, amables y constructivas.
Si formulamos esta pregunta posiblemente muy pocas personas aceptarían que sí lo son. Pero todos, unos más que otros, en algunos momentos de nuestra cotidianidad y dependiendo de las circunstancias, actuamos con diferentes niveles de egoísmo. Un ejemplo de ello lo observamos recién comenzaba la presencia del Covid-19 cuando largas filas de gente se atropellaban en los supermercados para comprar grandes cantidades de productos sin importar que poco o nada quedara para otros.
Son muchos y repentinos los cambios ocurridos como consecuencia de la pandemia que enfrentamos. Por supuesto, el sector empresarial ha sido profundamente impactado por este hecho en casi todas las variables de los negocios y organizaciones.
Teníamos clara la idea de que lo único constante en la vida era el cambio y a ello veníamos acostumbrados, pero con la expectativa de que esos cambios serían algo pausados. Sin embargo, llegó la pandemia y de repente todo cambió a gran velocidad y con tal impacto que afectó casi todo en nuestra vida personal, profesional, económica y social, entre otros.
En esta temporada cuando la pandemia ha generado tantos cambios en el estado anímico de las personas, es preciso prestarle mayor atención a la forma como nos comunicamos. La razón es que cuando se está preocupado, temeroso, angustiado, se es más sensible a la forma en que recibe los mensajes de sus interlocutores, ya sean familiares, compañeros de trabajo o colaboradores.
Cuando las cosas no salen como esperábamos en nuestra vida personal o profesional, o cuando no hemos logrado los resultados esperados en determinada actividad, nos preguntamos ¿por qué sucedió así?
Por lo general la palabra productividad se asocia con las actividades industriales o empresariales donde el significado clásico se podría resumir en obtener más dinero con los mismos recursos. Hoy también se habla de productividad personal y aquí es pertinente aclarar a qué nos referimos con ésta última, que suele aplicarse a todos, profesionales, amas de casa, jóvenes o incluso niños.
En nuestro medio, con mucha frecuencia la crítica suele expresarse en forma descalificadora, destructiva, con lenguaje negativo y ofensivo; no se centra en el hecho o asunto en sí, sino que tiende a dirigirse a la persona en forma ofensiva; hace generalizaciones, magnifican las fallas y minimizan o ignoran los aspectos rescatables que pueda tener el asunto.
No es exagerado afirmar que todo en nuestra vida gira alrededor de la comunicación. Somos seres sociales y la forma de relacionarnos con los demás es mediante la comunicación, ya sea verbal o no verbal.