La demanda que fue interpuesta por segunda vez este año,  con asesoría de la organización Colombia Diversa, pretende que la Corte reforme el Artículo 113 del Código Civil y con este las expresiones ‘hombre’ y ‘mujer’ para que se dé vía libre a la unión de parejas entre el mismo sexo. 

Los demandantes afirman que si el Alto Tribunal desconoce la posibilidad de que las parejas del mismo sexo regularicen su situación a través del matrimonio, el Estado está desconociendo los derechos a la vida digna, la igualdad, la libre asociación y está alentando  tratos crueles e inhumanos y la coartación de su libre desarrollo de la personalidad. 

La polémica decisión tiene como firmes detractores al procurador Alejandro Ordóñez y a la Iglesia católica, quienes la semana pasada sentaron, una vez más, su negativa contra el proyecto. De acuerdo con el jefe del Ministerio Público, “la procreación es el fin primordial del matrimonio y  por eso las parejas del mismo sexo no constituyen familia”. Para los representantes de las iglesias, sería grave que la Corte permita la unión de estas parejas que podrían afectar el significado real de familia dentro de la sociedad.  

El arzobispo Athenágoras, miembro de la iglesia ortodoxa griega, dijo que para “la iglesia es necesario que se proteja a la familia que nuestro Dios ordenó y que es de un hombre y una mujer, porque eso es la base de una sociedad llena de gracia de Dios”.  

El pastor Édgar Castaño, presidente del Consejo Evangélico, advirtió que de “llegar a pasar esta norma, aprobando y dando libertad a este pensamiento, creemos que el futuro de Colombia será incierto”. Sin embargo, será la Corte Constitucional quien apruebe finalmente si da vía libre al proyecto, que también implicaría una modificación en la ley que permite sólo a los matrimonios heterosexuales la adopción de menores de edad.