El escritor y analista político León Valencia en su reciente obra “La izquierda al poder en Colombia” resalta la siguiente oración, por demás hermosa y cargada de esperanza, de un líder político nacional, comprometido con la paz en Colombia:
El diablo, es un personaje de moda en el Tolima. Está rondando sigilosamente varios escenarios de la región. No sólo los acostumbrados de susto, miedo y misterio, sino también los académicos. La semana pasada -por ejemplo-, el profesor Julio César Carrión presentó en la Biblioteca “Darío Echandía” su más reciente investigación, “La impronta de Diablo en la mitología del Progreso”, un documentado y serio estudio sobre este interesante y recóndito asunto.
Soplan buenos vientos de unidad regional en el Tolima. Se sienten nacionalmente en las esferas legislativas. Y regionalmente, en importantes espacios institucionales, gremiales, sociales y participativos. A muy buena hora. Ojalá se concreten en propuestas de desarrollo integral para la región. Hace pocos días, todos los congresistas del Tolima firmaron un histórico compromiso en el que se obligan a trabajar juntos por el departamento, sin importar diferencias o intereses políticos.
En la reciente transmisión de mando de la Policía, -encabezada por primera vez en la historia nacional por el propio Presidente de la República- Gustavo Petro se refirió en su intervención al asunto conceptual de la seguridad. En esta ocasión, sobre el tema específico de la “seguridad humana”, precisando –de entrada- que no era un invento suyo, sino “un tema de discusión mundial”.
La Caja de Compensación Familiar Comfenalco, presidida por Jaime Cortés Suárez, en su calidad de Presidente del Consejo Directivo, su vicepresidente Andrés Sierra y su Directora Diana Reyes, inauguraron el pasado miércoles en la entrada a Ibagué por la carretera que desde Bogotá conduce a nuestra Ciudad Musical, el parque recreacional Caiké, considerado el mayor complejo de esparcimiento de la región, que de seguro impactará el centro del país.
El concepto de “pijao”, a partir de estudiosos del tema, -entre ellos el historiador José Evelio Páez Bonilla y Helio Fabio González– tiene fundamentalmente dos principales acepciones. Por una parte, sostiene José Evelio -a partir de investigaciones realizadas por Leovigildo Bernal y José Arciniegas Herrán– que el nombre de “Pijaos” fue puesto en son de burla por los españoles al ver que andaban semidesnudos, y que proviene de “Pinaos”, que en lengua indígena significa orgullosos, altos, valerosos.
Sin lugar a dudas, la elección de Gustavo Petro como Presidente de la República, traerá cambios políticos y sociales importantes para el presente y futuro de nuestra nación. Para la muestra un botón: Desde Florencia (Italia), lugar de encuentro entre el Presidente electo, Gustavo Petro y el expresidente César Trujillo, se anunció ayer que el liberalismo, o sea, el glorioso Partido Liberal colombiano, va a operar como partido de gobierno. Buena noticia... “muy interesante”, diría el viejo detective chino Chan Li Po. En verdad, atractiva y alentadora la referencia.
Quizás, nunca antes en nuestra historia patria, un Presidente electo de la República de Colombia, ha desplegado antes de su posesión, una maratónica jornada de diálogos gubernamentales con sus adversarios políticos de siempre y sus contradictores empresariales, económicos y sociales como lo está realizando el Presidente Gustavo Petro. Un verdadero hito de democracia representativa, en búsqueda de acuerdos, entendimientos, y sobre todo, de efectiva gobernabilidad.
Dentro del selecto y prestigioso grupo de intelectuales y demócratas que acompañó a Petro en la celebración de su victoria electoral a la Presidencia de la República, se encontraba el exalcalde de Bogotá Antanas Mockus, quien en una carta de apoyo divulgada días antes del certamen electoral, explicaba las cuatro razones -“más allá de las ideologías”- que lo motivaron a dar ese expreso respaldo. Premisas que comparten un amplio sector de electores del nuevo Presidente de la República.
Las elecciones presidenciales del próximo 19 de Junio se podrían señalar –según conocidos politólogos y columnistas nacionales- como uno de aquellos comicios en los que tendrá poder decisivo y especial el llamado “voto de opinión”. O sea, el voto –valga la pena la repetición- opuesto al amarrado, al comprado, al dado a cambio de favores.