Cómo los músculos ayudan a prevenir la diabetes

Columnista Invitado

El papel de los músculos en la prevención de la diabetes tipo 2 es fundamental, ya que actúan como un regulador metabólico clave en el control de los niveles de glucosa en sangre, de hecho, es enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, además, está estrechamente relacionada con la resistencia a la insulina y el exceso de glucosa circulante, sin embargo, mantener una buena masa muscular a través del ejercicio y el entrenamiento puede mitigar estos riesgos y mejorar significativamente la salud metabólica.
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Uno de los principales beneficios de tener una musculatura activa es el aumento de la sensibilidad a la insulina, ahora bien, cuando los músculos se entrenan regularmente, se vuelven más eficientes en el uso de la glucosa; esto significa que el cuerpo necesita producir menos insulina para que las células absorban el azúcar en sangre, como resultado, se reduce el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, una de las principales causas de la diabetes tipo 2.

Los músculos también funcionan como un importante reservorio de glucosa, dado que, durante el ejercicio, los músculos utilizan glucosa como fuente de energía, lo que disminuye los niveles de azúcar en sangre, además, después de una sesión de ejercicio, los músculos continúan absorbiendo glucosa para reponer sus reservas de glucógeno; este proceso no solo ayuda a mantener estables los niveles de glucosa en sangre, sino que también previene los picos hiperglucémicos que pueden contribuir al desarrollo de diabetes.

La reducción de la grasa corporal es otro beneficio derivado del entrenamiento muscular; el exceso de grasa, especialmente la grasa visceral, está relacionado con un mayor riesgo de resistencia a la insulina, es decir, aumentar la masa muscular y reducir la grasa corporal mejora el equilibrio metabólico, facilitando el control del peso y disminuyendo la inflamación sistémica.

Además de estos efectos directos, el ejercicio de resistencia y el entrenamiento de fuerza tienen beneficios a largo plazo, puesto que, el aumento de la masa muscular no solo eleva el metabolismo basal, lo que facilita la quema de calorías en reposo, sino que también fortalece el sistema cardiovascular y reduce la presión arterial, así las cosas, estos efectos combinados ayudan a prevenir complicaciones asociadas con la diabetes y promueven una mejor calidad de vida.

Para maximizar estos beneficios, se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado semanal, combinado con entrenamientos de fuerza dos o tres veces por semana. Actividades como el levantamiento de pesas, el entrenamiento funcional y la calistenia son eficaces para aumentar la masa muscular y mejorar la sensibilidad a la insulina, por ende, un estilo de vida activo es clave para reducir el riesgo de diabetes y mantener una salud metabólica óptima a lo largo del tiempo.

 

Alberto Enrique Pacheco

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