El pasado 13 de diciembre, cuando inscribí mi candidatura al Senado, decidí hacer una pausa en mi columna de opinión semanal por respeto al equilibrio en la prensa con los demás candidatos al congreso.
Un día cualquiera del año 2006, el expresidente Alfonso López Michelsen, me invitó a su apartamento para que le ayudara a investigar por qué se había perdido el liderazgo costeño en la política nacional. El expresidente quería escribir sobre ese tema.
Eran tal vez las 4 de la madrugada de aquel 12 de mayo de 1980, cuando en el hospital de Villanueva (La Guajira) nació un niño que llevaría el nombre y apellido de su abuelo Silvestre Dangond.
La pandemia del Covid-19. Lidiar con la cuarta ola del covid-19 será un reto difícil pero no imposible que deberá enfrentar con determinación el gobierno el año entrante. El objetivo ya no será erradicar el covid, sino, frenar su propagación con la adquisición de nuevos y poderosos medicamentos; aplicar medidas de restricción más severas a los antivacunas y la exigencia del carnet de vacunación en todos los eventos públicos. De esta manera se podrá proteger los sistemas de salud para que en las clínicas y hospitales, se logre salvar muchas vidas y aplanar la curva de nuevos contagios.
Así debió llamarse el panel que se desarrolló en la reciente Convención Bancaria en Cartagena, sin la participación de algún dirigente gremial agrícola del país, ni de algún experto en crédito de fomento agropecuario. Es como invitar a un psiquiatra o a un cardiólogo a un panel sobre las incidencias de la fiebre aftosa o la brucelosis en la ganadería.
Esta es la tercera vez que le sugiero al gobierno Duque, sobre la importancia de ejecutar un plan de inversión, incentivos y financiamiento, para incrementar en el 2022 las siembras de cultivos con demanda local e internacional, aprovechando el “Súperciclo” de precios de los comodities agrícolas, que según expertos internacionales durará más de cinco años.
Tras 20 años dedicado al estudio, servicio y defensa del sector agrícola, ganadero y forestal del país, y observando que, en esta contienda electoral el tema de la política agrícola se ha limitado a debatir las desacertadas e incoherentes propuestas del candidato de la extrema izquierda, Gustavo Petro, he decidido escribirle esta carta abierta al resto de los precandidatos presidenciales a ver si escalan el debate presidencial.
El pasado miércoles en el marco de la XXIII Feria de Agroexpo en Bogotá, tuve la oportunidad de participar en el acto de reconfirmación de la gran alianza entre la industria de alimentos balanceados y los agricultores de maíz y soja del país agremiados en la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales -Fenalce-.
Alarmante la racha de noticias que produce la política en Colombia. Los medios de comunicación y las redes sociales ya no dan abasto con tanta polarización, escándalos de corrupción y actuaciones que sólo ayudan a aumentar la decepción y el rechazo de los colombianos contra la clase dirigente de este país.
En mayo sugerí en este espacio al gobierno nacional y a los gremios de la producción agropecuaria fomentar un plan de nuevas siembras y de impulso a la productividad en cultivos de alta demanda mundial aprovechando el “superciclo” de precios que se veía venir en los commodities agrícolas.