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Inicialmente, la API debe impulsar la creación de fuertes lazos de confianza entre el sector público y privado, articulando proyectos de inversión con los planes de desarrollo y la agenda prospectiva de Ibagué al 2037.
Se debe cambiar la visión de la atracción de inversión como un tema netamente político o público, debe haber apoyo de los privados y para eso la administración pública debe generar confianza en los inversionistas. Para esto se debe buscar la permanencia de la API, además de promover su importancia en la toma de decisiones, sin sesgo político. También, es fundamental plantear una visión compartida de largo plazo. Es primordial proponer de manera precisa las ventajas de invertir en los municipios de la región. Es importante generar mecanismos de coordinación y articulación regional entre las empresas privadas y la administración pública.
Ahora bien, ¿de qué manera podemos generar un adecuado clima de negocios en la ciudad?
Se debe cambiar la gobernanza, los empresarios deben tener un papel más activo en la atracción de inversión, no puede ser un tema de índole político.
La promoción de inversión debe partir del interés de los inversionistas. En la atracción de inversión se deben tener en cuenta los objetivos de las empresas, entendiendo que las multinacionales buscan la creación de economías de escala.
Un inicio seguro es partir del reconocimiento de lo que hay en el mercado para no perder el rumbo. Escuchar la voz del empresario, identificar las necesidades de los inversionistas. Organizar y estructurar el presupuesto para estas tareas. Acompañar a las empresas desde el pre-establecimiento hasta el post-establecimiento y la reinversión.
Crear un buen clima de inversión implica dotar de recursos a la API, recursos públicos permanentes y suficientes, los empresarios también deben aportar, fondos de largo plazo.
En la tarea de atraer inversión también se necesita buscar equidad. Es importante que, se opte por la sostenibilidad ambiental, generando un ambiente de inversión pensando en nuestros problemas socioeconómicos y en las potencialidades de la región, el primer empleo para los jóvenes, y una mayor participación equitativa en el mercado laboral para las mujeres, son temas obligados a tener en cuenta en esta tarea.
Finalmente, hay que resolver la pregunta que los inversionistas se hacen y que aún no se contesta: ¿Por qué invertir en Ibagué y no en otra ciudad?
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