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La mayoría de partidos políticos que no acompañaron a Petro como candidato ahora lo acompañarán como presidente, asumen que al 47 % que no votó por éste no les importa su decisión de firmar cheques políticos en blanco, se equivocan. Poco a poco se irán dando cuenta, sobre todo cuando le metan la mano en el bolsillo a los contribuyentes con la reforma tributaria.
Y, por otro lado, quien iba a pensar que tan temprano, sin aún posesionarse como presidente, muchos que votaron por Petro ya están inconformes pues no han recibido bien las primeras muestras del llamado cambio. Paradójicamente ha sido el senador Gustavo Bolívar el vocero de esa tendencia, también la autodenominada primera línea de Bogotá.
Hasta el pasado miércoles los eternos parlamentarios opositores se mantuvieron en su ley obstructiva y grosera, ¡ay! cuántos sapos se van a tener que comer desde el 7 de agosto, valdrá la pena ver como se parecerán a lo que tanto han criticado cuando llegué el momento de defender y votar la reforma tributaria y otras reformas que inclusive los afectara personalmente en su rol como congresistas. Algunos que como candidatos pedían reducción de salarios ya dijeron que con ellos no cuentan para eso.
El senador Roy, el presidente del Congreso que cambiará las costumbres clientelares de la política colombiana -pues después de haber sido presidente del senado en 2012 ya sabe cómo ser más productivos- anunció un fast track legislativo para sacar adelante las reformas. Que miedo, profundas reformas al estado colombiano y al sistema económico sin debate público y a las carreras. Pilas con el fast track.
Y ojo con la aplanadora en las comisiones y en la plenaria porque también estará en veremos el control político. En la instalación ya se dejaron ver algunos congresistas que prefieren la patanería a la sana confrontación de las ideas. Proyectos aprobados a las carreras y sin control político no es la mejor receta para fortalecer la democracia.
Muchos esperamos que los congresistas del Centro Democrático hagan el control político que se requiere en una democracia, que aquellos senadores y representantes que hasta el 20 de julio eran gobiernistas expresen coherentemente la defensa de políticas y programas que apoyaron durante cuatro años. Por supuesto que también esperamos que la lucha contra la corrupción esté en el foco de atención de todos ellos. La bancada de la Liga de Gobernantes contra la corrupción no puede ser inferior a este reto, su llegada al Congreso mediante el estatuto de la oposición tiene ese propósito.
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