5 lecciones del Paro Camionero en épocas del petrismo

José Javier Capera Figueroa

El reciente paro camionero en Colombia nos ha dejado varias enseñanzas sobre el gobierno Petro y la situación del país. Veamos cinco lecciones clave:
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1. Improvisar sale caro

El manejo del tema de los combustibles ha sido un desastre. Petro heredó un problema, sí, pero su solución ha sido más un parche que una cura real. Subir el precio del diésel sin un plan completo muestra que el gobierno actúa sin pensar en las consecuencias.

 

2. Tapar un hueco destapando otro

Quitar el subsidio al diésel prueba que el gobierno no sabe cómo arreglar las finanzas sin perjudicar a alguien. Era necesario reducir el déficit, pero la forma brusca en que lo hicieron demuestra que no tienen un plan a largo plazo.

 

3. De defensores de la protesta a represores

Es increíble ver cómo el gobierno que antes apoyaba las protestas, ahora usa la fuerza contra los manifestantes. Cambiaron el nombre del ESMAD a UNDMO, pero siguen reprimiendo. Pasaron de defender el derecho a la protesta a acusar a los líderes del paro. Esta contradicción hace que la gente ya no les crea.

 

4. Sin un plan claro para el futuro

El manejo del paro mostró que el gobierno no tiene idea de cómo evitar estos problemas en el futuro. Actúan sobre la marcha, sin un plan para atender las necesidades de los camioneros o para prevenir nuevos bloqueos. Esta improvisación constante genera desconfianza en la capacidad del gobierno.

 

5. Promesas incumplidas y acuerdos a medias

El paro sacó a la luz muchas promesas sin cumplir. Desde renovar los camiones viejos hasta mejorar las tarifas de carga y arreglar las carreteras, hay muchos temas pendientes. El no cumplir estos compromisos fue lo que provocó el descontento actual.

El acuerdo: una solución parcial

Tras días de protestas, el gobierno y los camioneros llegaron a un acuerdo:

- El aumento del diésel será de $800 por galón este año, no de $1.904 como se planeó inicialmente.

- Este aumento se hará en dos partes: una ahora y otra el 1 de diciembre.

- Se posponen los aumentos previstos para 2025 hasta que se resuelvan los problemas de los transportadores.

- En 8 días deben empezar reuniones para discutir los problemas de fondo y planear futuros aumentos del combustible.

- Para 2025, tendrán que volver a negociar el resto del aumento, que es de unos $5.200 por galón.

 

Conclusión: ¿Quién gana cuando todos perdemos?

Al final de esta película de protestas y bloqueos, es difícil decir si alguien realmente ganó. Los camioneros lograron que se les escuchara, pero a costa de paralizar el país. El gobierno cedió en parte, pero perdió credibilidad y confianza de la gente.

Los que realmente perdimos fuimos los colombianos de a pie. Los que cada día salimos a rebuscarnos la vida en una economía cada vez más difícil. Entre el aumento del combustible y los efectos del paro, todo se pone más caro, mientras las soluciones de verdad no aparecen.

Esta crisis nos deja una lección clara: necesitamos un gobierno que sepa planear a futuro, que cumpla lo que promete y que pueda hablar con todos los sectores sin terminar en un paro. Solo así evitaremos que estos problemas sigan repitiéndose y afectando a los más vulnerables.

En esta Colombia del rebusque, ya es hora de que alguien piense en nosotros, los que no bloqueamos carreteras ni firmamos decretos, pero pagamos los platos rotos de ambos lados.

José Javier Capera

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