La forma como nació el Polo Democrático Alternativo es uno de ellos, y necesitamos recordarla.
Motivadas por una serie de componendas oligárquicas que amenazaban con dejar sin vida jurídica a las fuerzas políticas minoritarios del país, entre las que se encontraban combativos bastiones de la izquierda que buscaban un cambio radical y democrático a las condiciones ofrecidas por el sistema imperante, así como otras que simplemente no comulgaban con la forma como los partidos tradicionales dirigían a sus huestes y manejaban el poder, estas fuerzas fueron entretejiendo acuerdos que dieron lugar, primero, al nacimiento de las organizaciones Polo Democrático Independiente y Alternativa Democrática, y luego a la fusión de estas dos para constituir el Polo Democrático Alternativo.
Hoy, a solo un poco más de seis años de su fundación, el Polo Democrático Alternativo es víctima, apenas natural, de ese particular alumbramiento, toda vez que algunas de esas fuerzas, otrora minoritarias como se dijo, ya no consideran serlo tanto, y prefieren volar hacia otros paisajes en los que, a su juicio, les puedan ofrecer algo más que un puesto de combate por los más necesitados, que es todo lo que en el PDA podrían encontrar.
El Partido es consciente de esos deseos y ha decidido dejar que tomen vuelo los que así quieran hacerlo, pero procurando, eso sí, que en los aletazos de su emigración causen el menor daño y, sobre todo, que no se lleven las curules que la militancia conquistó con tanto esfuerzo. Y para prevenir que hechos parecidos vuelvan a presentarse, está preparando Conferencias Ideológicas en todo el país, las cuales desembocarán en una gran Conferencia Ideológica Nacional, el 25 y 26 de febrero del presente año.
Pero, además, es de esperar que estos eventos sean pródigos en propuestas que mejoren la normatividad estatutaria, hagan más claros los principios ideológicos y políticos contenidos en el Ideario de Unidad, eleven la participación de los afiliados en las luchas por la paz y contra las políticas neoliberales y busquen solución a los apetitos de los sectores menos consecuentes, procurando siempre que las depuraciones que se hagan necesarias se conviertan en sinónimo de fortalecimiento.
Lo anterior es lo que le da tanta importancia a la participación de la militancia en las actuales discusiones. Las conclusiones que se deriven de ellas serán el insumo fundamental para el III Congreso del Partido, donde se someterán a aprobación.
Hay hechos que marcan historia pero que, para infortunio de muchos que deberían recordarlos, se dejan caer en el olvido. Recuperarlos de tan desconsolador estado se hace indispensable, máxime si se requiere tenerlos frescos para establecer correctivos y seguir construyendo historia.
Credito
RODRIGO LÓPEZ OVIEDO
Comentarios