El irrepetible tolimense

Mal podríamos dejar pasar el insuceso de su muerte sin recordar con nostálgico afecto a este gran señor y amigo, querendón como pocos del terruño y con indeclinable vocación de servicio, de aquellos que hoy tanta falta nos hacen.

Un gobierno con precaria visión de futuro

Conturba la falta de claridad que tiene el gobierno sobre la actual circunstancia de la universidad pública, parecida o igual a la que muestra respecto de otros sectores, como la justicia, la minería, las obras públicas y el medio ambiente.

Carlos Ennio Naranjo Páez

Cuando la Universidad del Tolima quiso remediar el enorme vacío anímico que causó en la ciudad el injustificado cierre de la escuela de Bellas Artes del Conservatorio de Música, años atrás, y dispuso su recreación por allá a mediados de la pasada centuria,

Con Caicedo me quedé

Por supuesto que mi condición de abogado, pero fundamentalmente mis convicciones como ciudadano y demócrata, determinan que yo aún crea en la justicia del país y acepte y acate sus acciones y determinaciones sin discusión, cualesquiera que ellas sean.

Ibagué requiere de una nueva visión de futuro

Conmueve que la campaña política que se libra de cara a la sucesión en la Alcaldía de Ibagué sólo involucre temas orientados a solventar las afugias de la hora presente, sin ninguna perspectiva de futuro y con la visión macro que demanda el verdadero desarrollo.

La improvidencia, una endemia nacional

La sempiterna improvidencia de nuestros gobiernos es, no solamente suficientemente conocida por todos y cada uno de nosotros, sino algo más grave aún, aceptada e incorporada a lo que solemos llamar el “imaginario colectivo colombiano”,

La vicepresidencia, una nefanda institución

Desde el malhadado año de 1827, en que Francisco de Paula Santander fue proclamado como vicepresidente de Simón Bolívar, en lo que entonces se llamó la Gran Colombia, el país comenzó a sufrir con los perversos efectos que la institución de la vicepresidencia genera.

Música, maestros

Los tolimenses y en especial los ibaguereños, nos hemos preciado siempre de ser hijos de Euterpe, la musa de la música, y como tal nos presentamos ante el resto de nuestros compatriotas y al mundo como los indiscutidos titulares de esa ventaja comparativa: tener un especial sentido musical y una innata vocación para las artes.