Encontrarse a uno mismo de Adolfo Zableh Durán, escritor barranquillero que vive desde muy temprana edad en Bogotá, columnista y actualmente en un efervescente proceso creativo de nuevos textos, según confesaba en un reciente podcast.
Decía un profesor de mi Maestría hace muchos años que, los planes son buenos en el papel, pero que difícilmente estos, tan bien escritos y formulados, llegan a obtener los resultados esperados y casi siempre terminan cercenando las esperanzas y las expectativas de las comunidades.
Será larga la noche de Santiago Gamboa, un verdadero thriller trepidante de 406 páginas, donde el autor muestra la maestría de su prosa y su enorme capacidad de mantener en vilo al lector.
En el lenguaje del fútbol, uno de los deportes más populares del mundo, es común hablar de los dos tiempos de los partidos y claro está, decir que en el segundo se define la suerte de los equipos si hay victoria de alguno de los conjuntos enfrentados o simplemente un empate.
Se veían por todos lados. Estaban exultantes de entusiasmo. Enfundados en sus camisetas amarillas y algunos con banderas tricolores se movilizaban por todas partes.
Hay noticias que pasan de agache por la falta de despliegue mediático que en cambio se le dan a otros temas menos importantes. En el conflicto armado colombiano, mucho se ha escrito sobre los bandos enfrentados, sobre las alucinantes acciones violatorias de los derechos humanos, el tipo de políticas utilizadas para financiar la guerra como el execrable secuestro, pero poco se ha profundizado en la financiación del conflicto armado por las empresas, muchas de ellas multinacionales que tienen sus negocios en el país.
“Se nos fue el padre Antonio María”, le escuché decir a una reconocida lideresa de la comuna 8 de Ibagué. “Fue un gran sacerdote”, dijo otra vecina de Atolsure. Y si, se nos fue del plano terrenal este gran pastor que se distinguió por abrazar la causa social y el trabajo denodado por los más pobres y necesitados. Falleció hace una semana, de él se manifestaron cosas exaltando su obra y su faceta humanista, sin duda todos esos reconocimientos válidos y justos.
Para la muestra un botón… Hace muy pocos días se celebró la 58ª Convención Bancaria de Asobancaria en Cartagena a la cual asistió el presidente Gustavo Petro. Mientras caminaba hacia el atril desde donde se iba a dirigir a los banqueros, los aplausos fueron esmifriados y sin mucha energía por parte de los asistentes. Hubiera sido otro presidente con otros abolengos, seguramente los aplausos serían atronadores. Este mandatario no genera simpatías de este gremio tan afecto al neoliberalismo y menos si va a confrontar conceptualmente las prácticas del sector financiero.
Lo habitual es que luego de elegidos los mandatarios locales y regionales, se empiece a generar una distancia entre ellos como gobernantes y las comunidades como gobernadas. En el Tolima y muchas otras regiones, hay organizaciones promotoras del desarrollo que promueven procesos de construcción social de los territorios y en ese contexto, trabajan con las comunidades para impulsar ejercicios de incidencia política. La incidencia, valga decir es un proceso planificado que no termina con la elección del alcalde o del gobernador.