Dice un dicho que se ha vuelto cliché en Colombia, que el que no conoce su historia, está condenado a repetirla. Aquella frase, que pareciera haber perdido el sentido luego de tanta repetición en diferentes contextos, tiene mucho de verdad, pues es sumamente necesario conocer y tener claras las cosas que nos han antecedido, y los personajes que han contribuido a la construcción de memoria colectiva, sea para bien o para mal.
Gracias a los libros de historia, las nuevas generaciones pudieron saber que el hombre logró llegar a la luna el 16 de julio de 1969, y que incluso muchos años atrás, hubo alguien en Alemania que se encargó de aniquilar a una gran cantidad de seres humanos por cuenta de no pertenecer a su misma raza y religión. Si no fuera por los registros de las bibliotecas, y los archivos de las cavernas, probablemente no se sabría de la historia de Ana Frank, y así con miles de cosas que, pese a los años, han logrado permanecer en el tiempo.
En tiempos modernos, la internet, ha reemplazado en buena medida, a aquellos libros y archivos que antes nos contaban el pasado, y se ha consolidado como una gran masa de información, en donde se puede acudir con facilidad.
Gracias a ello, los colombianos nacidos después del año 1995, pudieron saber que un año atrás su presidente estuvo a punto de ser destituido, por tener vínculos con el cartel de Cali, quienes aparentemente financiaron su campaña, pese a que hoy el exmandatario siga dictando lecciones de moral pública.
Justamente en casos como el de Ernesto Samper, y muchos otros bochornos de corrupción en los que se han visto inmiscuidos nuestros líderes políticos y funcionarios, es que resulta tan valioso que la Corte Constitucional ampare y proteja el derecho de todo colombiano en conocer la historia, y principalmente aquellos sucesos lamentables y vergonzantes, que, en muchas ocasiones, terminan siendo olvidados y borrados por cuenta de la mala memoria de nuestros compatriotas.
Al igual que ocurre en Wikipedia, el deber ser de toda información en internet, ya sea en páginas, portales o medios de comunicación, deberá recaer en la permanencia de la misma, y cuando haya lugar a retractaciones o correcciones, la historia podrá contar a través de una actualización, el desenlace del suceso, más no en borrarlo, por el hecho de que pasó hace tiempo.
Ni perdón, ni olvido en internet para quien cometa un delito, una falta grave, o un detrimento de la moral y el erario, y mucho menos, cuando se ostenta un cargo público. Los funcionarios, las personas públicas, deben ser íntegros y ejemplo de la sociedad, y aunque todas las personas tienen derecho al buen nombre, aquella defensa deberá ser aplicable, únicamente cuando la situación lo amerite, y no como una leguleyada para salvar una equivocación.
Apunte: El trabajo dignifica al hombre y hoy como cada año, se conmemora la fecha en honor a los mártires de Chicago, quienes fueron ejecutados luego de exigir mejores condiciones laborales. ¿Habrá alguna fecha en la que la humanidad para pelear por sus libertades no haya tenido que ser sacrificada de alguna forma?
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