Como en toda contienda, las elecciones en Colombia sacan lo peor de la clase política que lucha por mantenerse o alcanzar el poder, e incluso de los mismos ciudadanos del común, quienes se apasionan tanto por X o Y candidato, que terminan por generar debates familiares y discusiones de redes sociales, algunas de ellas insulsas e inofensivas, y otras, en su mayoría incendiarias, amenazantes y hasta peligrosas.
Ese mismo ambiente de contienda y enemistad, suele trasladarse a los candidatos, quienes escarban entre la historia y los archivos viejas peleas, discursos descontextualizados, entre otras cosas, que puedan hacerles daño a sus oponentes. Tal ha ocurrido en la actual campaña en donde a Iván Duque le han sacado en cara que haya trabajado con Juan Manuel Santos en los inicios de su carrera, así como a Gustavo Petro le han enrostrado su pasado guerrillero, y a Germán Vargas las alianzas oscuras provenientes de su partido Cambio Radical.
No obstante, y aunque aquellas expresiones hacen parte de lo normal de la calentura del debate, a la sombra de esas discusiones, a lo largo del tiempo, se han ido gestando otro tipo de manifestaciones, que le han subido aún mucho más el tono al debate, y que pudieran generar en estas dos semanas que quedan antes de la recta final de la elección, un sacudón que divinamente puede definir la Presidencia.
En el 2014, a escasas semanas de la jornada de votación, se conoció el escándalo del hacker Sepúlveda, y prácticamente, ello definió la segunda vuelta a favor de Santos, perjudicando a Zuluaga, que hoy en día y a futuro, pese a la gran votación, ya no tiene ninguna posibilidad. Aunque algunos minimicen el tema de las mujeres en bikini, supuestamente de la campaña de Germán Vargas, aquello pareciera ser muestra de lo que nos espera en los próximos días. Acciones poco usuales, sea ello un montaje o no, en lugar de enriquecer el debate, deteriora la confianza puesta en aquellos que buscan la Presidencia.
A hoy las encuestas nos dan una segunda vuelta entre Duque y Petro, pero como hablamos de una sorpresa, la misma pudiera venir de parte de Sergio Fajardo quien tiene buen margen de favorabilidad, o del mismo Germán Vargas, quien pese a contar con el apoyo de las maquinarias, la mayoría de gobernaciones y alcaldías del país, y del mismo saliente presidente, no se ha visto reflejado en las mediciones. Algo muy similar a lo que sucedió en la votación del Plebiscito.
Ojalá que aquel sacudón que ya se ha vuelto constante en las elecciones colombianas, nada tenga que ver con el ataque o atentado a ningún candidato como ocurrió en los 90. Para nadie es un secreto que el odio se ha hecho presente por estos días y tanto Duque como Petro han sido amenazados y hostigados, e incluso se ha hablado de mercenarios internacionales con el fin de matarlos. Aquello no deberá volver a pasar jamás.
¿Saldrá a flote alguna investigación de la Fiscalía supuestamente ‘Vargasllerista’ en contra de Petro? ¿Invitará la mamá de Duque a votar por Fajardo? ¿Saldrá César Gaviria del clóset (político) para apoyar abiertamente a Duque, traicionando a su candidato? ¡Que empiece el juego!
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