No hay un rol más importante en la sociedad que el que asume una mujer cuando tiene un hijo. Algunas por decisión personal, y otras porque así lo quiso Dios, el destino, o la vida; al dar a luz, en su mayoría se convierten en seres supremamente valiosos capaces de entregar su existencia a cambio del bienestar de sus hijos.
Aunque a diario registremos noticias de madres desalmadas que abandonan a sus pequeños, o permiten que otros abusen de ellos, directa o indirectamente; las características de una buena madre, apuntarán siempre al bienestar y cuidado de su hijo, a realizar grandes sacrificios con el fin de darle lo mejor, y a pensar siempre en su retoño antes que en ella misma.
La conexión especial que tiene un hijo con su madre, que incluso desde que está en el vientre, puede sentir y percibir, no solo alimentos, sino miles de sensaciones casi que en un solo ser conectado a través del cordón umbilical, hace que dicha relación sea tan especial, y quizás tiene respuesta para aquellos cuestionamientos en donde se afirma que entre padre y madre, para un hijo, siempre tendrá mayor ventaja quien lo llevó en su vientre, lo alimentó de su pecho, y lo cuidó antes de empezar a caminar.
No podríamos dejar pasar esta fecha, que, aunque comercial, en la cual esperamos que un comercio golpeado, repunte; para recordarles a aquellas mujeres madres, su gran rol en la sociedad. No hay salario para una ama de casa y una mujer entregada a sus hijos, y si lo hubiera, no tendríamos con qué pagarles, por cuenta de los cuidados, las atenciones, y el amor que cada madre guarda no solo con sus hijos, sino con todo aquel, al que ve como uno de ellos.
A nuestras lectoras madres, suscriptoras, trabajadoras de las distintas áreas de EL NUEVO DÍA, y a todas las mamás del Tolima, desde esta redacción queremos hacerles llegar un saludo muy especial, que hoy y siempre estén felices, llenas de vida, y energía para seguir cuidando de su descendencia, llevándola por el camino del bien, aconsejándola, y, sobre todo, siendo el mejor modelo a seguir para sus hijos.
No hace falta un regalo costoso, ni una invitación al mejor restaurante, para demostrarle el amor a mamá. Una llamada, un mensaje, una palabra de aliento, y sobre todo, un beso y un abrazo, sin ninguna duda se convertirán no solo en el mejor regalo para ellas, sino en una buena oportunidad para que los hijos, recuerden lo afortunados que son al contar aún con su madre en la tierra, mientras que otros tantos, en fechas como hoy, preferirían no recordar el calendario.
¡Feliz día mamás!
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