El pobre Federico

Hoy nos preguntamos desde aquí y a escasos días de que el control del hospital sea nuevamente entregado al departamento, ¿Cuál es la situación en la que lo deja el Gobierno nacional? ¿Será que ahora sí el hospital es viable para Óscar Barreto? ¿De verdad lo irá a recibir, luego de haberse negado reiterativamente y ante los incumplimientos del Ministro de Salud?

La crisis del Federico Lleras Acosta aún no termina. Pese a las prórrogas del Ministerio de Salud en su intervención que lo mantiene pasmado, se siguen conociendo hechos que contribuyeron a desestabilizar al hospital más importante del departamento, y a quizás sacar provechos personales en uno de sus momentos más difíciles, pues tiempo después sería intervenido por el Gobierno nacional, lo cual como que fue peor.

La semana anterior, la Procuraduría Regional del Tolima, sancionó a José Raúl Reyes Cuéllar, exgerente de la entidad, por haberse posesionado en el cargo, sin cumplir con los requisitos exigidos.

La primera falta cometida por Reyes, y por la exdirectora de talento Humano de la Gobernación del Tolima para 2013, Ginna Vanessa Rincón, y quien aparentemente no se percató de unos “pequeños detallitos” de currículo y permitió el haberse posesionado sin contar con la tarjeta profesional, ni presentar las acreditaciones laborales exigidas, como experiencia en el sector salud, y otros antecedentes.

El exgerente, un día después de haber sido posesionado por el entonces gobernador del Tolima y Presidente de la Junta Directiva del hospital, Luis Carlos Delgado Peñón, renunció a su labor anterior ahí mismo dentro del hospital, como profesional universitario de la oficina de planeación, y al momento de presentar los sustentos y documentos exigidos, lo hizo con información desactualizada y que fue modificando con el tiempo, subsanando errores y falta de coincidencia en lo anteriormente dicho, cosa que tampoco detectó la Universidad de Antioquia, entidad encargada de adelantar el concurso de méritos, de manera transparente e idónea, como lo promulgó hasta el cansancio Delgado Peñón.

Llama la atención que solamente cinco años después de que eso ocurriera, la Procuraduría se diera por enterado y lo que es peor, la inhabilidad de seis meses para Reyes, y tres para Rincón, sea vista como minúscula. Así mismo, y aunque se ha dicho en repetidas ocasiones que la crisis del hospital tiene sus mayores responsabilidades en el primer gobierno del actual Gobernador, no se puede desconocer que en la vigencia anterior, ocurrieron cosas como las que hoy mencionamos, y el doctor Delgado Peñón tal y como ocurriera con la crisis de la Universidad del Tolima se lavara las manos como Pilatos, y no aceptara al menos su responsabilidad política en el asunto.

Hoy nos preguntamos desde aquí y a escasos días de que el control del hospital sea nuevamente entregado al departamento, ¿Cuál es la situación en la que lo deja el Gobierno nacional? ¿Será que ahora sí el hospital es viable para Óscar Barreto? ¿De verdad lo irá a recibir, luego de haberse negado reiterativamente y ante los incumplimientos del Ministro de Salud?

REDACCIÓN EDITORIAL

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