Sin embargo, millones de colombianos padecen por falta de este líquido vital; más de 400 municipios presentan riesgo de desabastecimiento de agua por sequía o por lluvias.
De acuerdo con el Estudio Nacional de Agua 2022, que elaboró el Ideam, 207 municipios son vulnerables a desabastecimiento de agua en tiempos de sequía (tres de ellos en el Tolima) y 254 municipios están en riesgo de desabastecimiento en temporada de lluvias (11 de ellos en el Departamento).
El Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio señala, por su parte, que en 2023 cerca de 12 millones de colombianos no tuvieron acceso adecuado al agua (cerca del 25% de la población), mientras que 3,2 millones carecían de agua potable.
Bogotá padece un racionamiento desde el pasado abril, por causa del descenso en el nivel de los embalses que abastecen el acueducto de los capitalinos. En Ibagué, el desabastecimiento de agua es permanente en épocas de lluvias, y, en febrero de este año, la Alcaldía se vio forzada a adoptar un “plan semáforo” para regular el servicio, debido a la disminución de los caudales de los ríos y quebradas que surten el acueducto. Además, en la última semana de septiembre, el Ideam alertó que tres poblaciones del Tolima (Villarrica, Prado y Honda) estaban en riesgo de sufrir escasez, en razón al descenso en los caudales de sus fuentes hídricas.
Hace pocos días, el Espinal, la segunda ciudad del Departamento, enfrentó una compleja situación, pues la mayor parte del área urbana y el corregimiento de Chicoral se quedaron sin el servicio por cerca de una semana. El problema se atribuyó a un mantenimiento que realizó el distrito de riego Usocoello a su canal principal, según afirmó el gerente de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo (EAAA), Álvaro Andrés Buitrago, lo cual impidió la llegada del líquido a la planta de tratamiento. No se trató de una falla menor; Espinal tiene más de 75.000 habitantes que debieron soportar esta situación, sin contar con las altas temperaturas que padecen a diario.
En resumen, vale la pena recordar que, pese a la abundancia de recursos hídricos, estos no son inagotables, por lo cual es necesario llevar a cabo grandes inversiones para garantizar el acceso al agua a toda la población y aprender a hacer un uso eficiente y racional de este recurso. Ya hay señales claras de que son urgentes estas gestiones.
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