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La transición de las vacaciones a la rutina puede generar cierta ansiedad y estrés, por lo que es esencial implementar estrategias que faciliten una reintegración suave y efectiva. En tal sentido, el retorno a clases debe ser planificado con atención a las necesidades individuales de los estudiantes, reconociendo que cada uno puede experimentar la transición de manera única.
Con respecto al ámbito académico, es fundamental establecer metas claras y realistas, brindar apoyo adicional a aquellos que puedan necesitarlo y fomentar un ambiente inclusivo que promueva la participación. Además, la comunicación abierta entre docentes y estudiantes es esencial para abordar posibles desafíos y asegurar un ambiente colaborativo.
Es por ello que Angie Puello, Coordinadora de Permanencia y Apoyo Académico de UNINPAHU, aseguró que “para garantizar el retorno a clases de manera exitosa debemos basarnos en la organización”.
A su juicio, este proceso “Implica que se reorganice nuevamente el tiempo, se creen nuevas rutinas y se establezcan métodos de aprendizaje autónomo”.
Tips para un regreso exitoso
En el proceso de retorno a clases, las recomendaciones desempeñan un papel crucial al proporcionar guías y directrices que facilitan una transición exitosa para estudiantes, padres y educadores.
Es por ello que la Psicóloga Angie Puello, Coordinadora de Permanencia y Apoyo Académico de UNINPAHU, compartió algunos tips para el retorno efectivo a las aulas de clase:
Planificar la jornada la noche anterior
La persona puede iniciar con la hora en que se levantará al día siguiente, programando en su reloj o celular la alarma de tal manera que le permita realizar su rutina matutina y disponer de tiempo para desplazarse al destino inicial.
Deberá preparar lo que llevará consigo, incluyendo almuerzo, onces, hidratación, vestuario y herramientas de trabajo o estudio. Este enfoque le facilitará el inicio del día sin apuros ni el estrés asociado, promoviendo así su ánimo y salud.
Dormir adecuadamente
La persona debe tratar en lo posible de no trasnochar o dormir solo un par de horas, ya que esto no solo se verá reflejado en su nivel de energía al día siguiente, sino también en su estado de salud. Se recomienda dormir entre 7 u 8 horas diarias y establecer un horario fijo para ello, con el objetivo de fijar su propio reloj biológico.
Esta práctica traerá beneficios no solo físicos, sino también académicos, ya que el sueño reparador contribuye a una buena memoria y concentración.
¡Hay que ejercitarse!
Cuando la persona realiza actividad física, se libera una hormona llamada endorfina, reconocida por sus potentes efectos analgésicos y ansiolíticos sobre su cuerpo. Por lo tanto, reducirá las sensaciones de dolor y anulará las emociones y sensaciones negativas.
Se recomienda que la persona intente realizar una rutina sencilla que logre activarla y despejarla, de esta manera, se mantendrá de buen humor y en buen estado físico.
La buena alimentación es la clave
Según los expertos, la persona debe considerar que la comida más importante del día es el desayuno, ya que este actúa como el motor que impulsa el cuerpo para iniciar las labores diarias. Se recomienda que se alimente de manera balanceada, garantizando la adquisición de los nutrientes necesarios para el cuerpo, como frutas, verduras y carbohidratos.
Además, se aconseja mantenerse hidratado, ya que la cantidad de líquido ingerida contribuirá a mantenerse saciado y a reducir la ansiedad por consumir alimentos ultra procesados.
Diseñar un método de estudio que se adapte a la persona
El método de estudio se genera de acuerdo con el estilo de aprendizaje de cada persona. La recomendación es que la persona investigue el contenido de las asignaturas a cursar para familiarizarse con el material y facilitar su ubicación. Se sugiere que haga preguntas pertinentes, como el nivel de conocimiento sobre el tema y las dudas que puedan surgir.
Además, se aconseja leer cuidadosamente la información suministrada o investigada de manera autónoma, subrayar y tomar notas de lo que considere importante, ya que esto facilita la memorización rápida de la información.
Elaborar un horario de actividades académicas y establecer prioridades
La persona debe realizar un planeador o agenda para recordar sus pendientes y la fecha de entrega. Asimismo, se le recomienda identificar lo urgente de lo importante, estableciendo prioridades. Este enfoque contribuye a disminuir el estrés y a utilizarlo de manera funcional para cumplir sus objetivos.
Procurar realizar los deberes con tiempo y prepararse para exámenes con suficiente antelación
La persona debe evitar la procrastinación, es decir, la tendencia a aplazar las actividades dejándolas para después, dándole cabida a otras asociadas con el ocio. También se le recomienda estudiar una hora diaria la temática que deba presentar, exponer o que esté prevista para ser evaluada.
Practicar un pasatiempo
Participar activamente en la práctica de un pasatiempo no solo ofrece una válvula de escape del estrés cotidiano, sino que también contribuye significativamente al bienestar emocional y mental de la persona. Al dedicar tiempo a una actividad que genera placer y satisfacción personal, se fomenta un equilibrio crucial en la vida diaria. Los pasatiempos pueden variar ampliamente, desde actividades artísticas como la pintura o la música, hasta deportes, lectura o cualquier otra forma de expresión creativa.
La dedicación a un pasatiempo proporciona un espacio para la autoexploración, el crecimiento personal y el descubrimiento de nuevas habilidades, fortaleciendo así la identidad y la autoestima.
Por último, la Psicóloga Angie Puello, Coordinadora de Permanencia y Apoyo Académico de UNINPAHU, concluyó que “la planificación de actividades, la alimentación balanceada, la gestión del estudio y la dedicación a pasatiempos no solo son estrategias prácticas, sino también herramientas fundamentales para promover el bienestar y el rendimiento académico”.
Agregó que “al adoptar estas sugerencias, se establecen cimientos sólidos para afrontar los desafíos diarios con resiliencia y mantener un equilibrio entre las responsabilidades académicas y el cuidado personal”.
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