Los integrantes de la comunidad se declararon afectados con el adelanto de la obra, ya que podría facilitar robos y daños, pues desde ahí se puede acceder fácilmente a los tejados de las viviendas aledañas a la cancha.
Según habitantes de la manzana H, antes de que existiera el muro los jóvenes se acercaban a bajar los balones, por lo tanto, temen que ahora con esta construcción se haga más eventual ver a los deportistas en los tejados de la cancha, efectuando daños por los que nadie responderá.
Se mostraron indignados porque la Junta de Acción Comunal, en cabeza de su presidenta, María Azucena Silva nunca notificó el proyecto, y sólo hasta el martes en la noche, en una reunión que solicitó la comunidad a la JAC para aclarar el proyecto, se dio a conocer los planes a futuro para el muro, que apuntan a convertir dicho espacio en un salón para guardar las herramientas de la cancha.
Además, uno de los vecinos, en la misma reunión agregó que también se construirá un tanque de agua encima del cuarto de herramientas, para poder adecuarlo como camerino y baño para los deportistas.
Todas estas especulaciones del proyecto tienen preocupada a María Ester Castañeda, pues es la propietaria de la vivienda más afectada con la obra.
Señaló que le preocupa la seguridad de su hogar, tanto por los ladrones, la humedad y el daño de las tejas.
También se especuló que el objetivo del proyecto es encerrar el parque para convertirlo en una cancha sintética y poder más adelante cobrar 50 mil pesos por el alquiler.
Esto se puede lograr, si el espacio que ahora es público, es asumido bajo la responsabilidad económica del barrio.
Si bien la JAC indicó que el proyecto está orientado a la integridad del sector, lo que la comunidad afectada no comprende es ¿por qué no se les preguntó a ellos si estaban de acuerdo o no con dicha construcción antes de haberla realizado?.
El acceso al barrio
Otra inconformidad que manifestaron los habitantes, es que con la construcción del muro se obstaculizó una vía peatonal hacia la avenida principal, por lo que ahora tienen que atravesar un puente que es peligroso y en el cual se han presentado muchos robos, ubicado en el barrio Rincón del Pedregal.
“Quedamos embotellados, no tenemos vías de salida si se presenta alguna emergencia”, expresó Martha Belsy Rodríguez, habitante del Pedregal.
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