Las grietas y las fisuras que han aparecido en siete casas del barrio Pueblo Nuevo, tienen en alerta a la comunidad.
Según los habitantes, la afectación se debe a un problema de acueducto y alcantarillado, del cual el Ibal hizo caso omiso desde el año pasado.
Así lo dio a conocer María Rubí Hernández, residente de la carrera Novena número 17-22. “Ya queda poco de mi casa, la habitación del primer nivel (subterráneo) está inhabitable por la magnitud de las grietas que han aparecido y que se hicieron más notables el viernes de la semana pasada, cuando creíamos había ocurrido un temblor”.
Hechos
Los afectados relataron que el viernes a las 11:45 p.m. escucharon un ‘rugido’ que provenía de la tierra, pensaron que era un sismo y algunos de ellos evacuaron las piezas donde se alojaban.
Sin embargo, el sábado en la mañana se dieron cuenta que en la ciudad no se había registrado ningún hecho de esa naturaleza.
No obstante, notaron que las grietas que se fueron formando desde el año pasado, estaban más pronunciadas de lo habitual en el piso y en las paredes.
Ante esto, reiteraron su petición al Ibal, para que llevara a cabo la revisión, que “desde el año pasado estamos solicitando” dice Clara Inés Caicedo.
Su casa junto con la de Hernández y María Olivo Díaz, entre otras, están amenazando con colapsar por omisión del Ibal, así lo manifestó el presidente de la JAC, Rufino Yara quien agregó que “la entidad esperó el deterioro de estas casas para atender la emergencia”.
Aún así, tienen ‘fe’ en que la entidad arregle el problema, pero no saben a quien acudir, para la reparación de las siete casas que tienen grietas y fisuras de consideración.
Ibal
Al cierre de esta edición, esta redacción no pudo comunicarse con el jefe de acueducto del Ibal, Ricardo Salcedo. Sin embargo, una fuente cercana a la entidad, mencionó que la empresa ya está atendiendo la solicitud hecha por la comunidad y en el trascurso de los próximos día se dará un diagnóstico real de la afectación.
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