Lo anterior, por dineros que, al parecer, se desviaron de manera irregular de una cuenta de ahorros establecida para el pago de nómina de la entidad, a la cuenta de un particular (técnico contable adscrito a la Tesorería de la entidad).
Los hechos referidos se presentaron entre julio de 2013 y enero de 2014.
Este proceso estaba a cargo y bajo la presunta responsabilidad del técnico contable adscrito a la Tesorería, así como del tesorero, del jefe de la División Financiera y del director de Contabilidad e Impuestos de la citada entidad, para la época en que sucedieron los hechos.
Estas diligencias fiscales, se inician por parte de la Contraloría de Ibagué bajo el proceso verbal de responsabilidad, según como lo establece el nuevo Estatuto Anticorrupción, mediante el cual se busca obtener el resarcimiento del presunto daño patrimonial ocasionado al Ibal, como resultado de la auditoría de contratación practicada por la Contraloría ante la Empresa de Acueducto y Alcantarillado.
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