Seis miembros de la banda conocida como 'Venecia', dedicada al hurto mediante el uso de escopolamina, protagonizaron un episodio polémico durante una audiencia judicial en Bogotá. Los acusados ​​se rieron y se burlaron abiertamente mientras escuchaban los cargos por concierto para delinquir, secuestro simple y hurto agravado.

Uno de los líderes se mostró sonriente y compartió comentarios con otro de los imputados, actitud que cesó abruptamente al escuchar que podría enfrentar hasta 15 años de prisión. Fue en ese momento cuando las risas dieron paso a malas caras.

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La Fiscalía presentó evidencia que exponen el modus operandi de la organización. La banda seleccionaba cuidadosamente a sus víctimas en diferentes zonas de la ciudad, valiéndose de un “campanero” que identificaba a los objetivos. Las víctimas eran abordadas y manipuladas con tragos adulterados con escopolamina, una sustancia que anulaba su capacidad de reacción.

Bajo los efectos de la droga, eran trasladadas en taxis a sitios predeterminados, donde el grupo procedía a despojarlas de sus pertenencias, incluyendo tarjetas y contraseñas bancarias.