Nuevamente en Chicoral

Hugo Rincón González

Hay que recordar que el 9 de enero de 1972 hubo un pacto político en Chicoral para impedir que se hiciera la reforma agraria.
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Más allá de la coyuntura de crisis ministerial originada en las desavenencias del Consejo de Ministros de la semana anterior, hay programado un evento de gran importancia para el campesinado de Colombia, el 21 y 22 de febrero del presente año en el corregimiento de Chicoral para firmar el Pacto por la Tierra y por la Vida con el fin de impulsar la Reforma Agraria liderada por el gobierno del presidente Gustavo Petro.

Hay que recordar que el 9 de enero de 1972 hubo un pacto político en Chicoral para impedir que se hiciera la reforma agraria. Este evento se señala en la historia de Colombia, como el fin de las aspiraciones de un cambio en la estructura de la tenencia de las tierras en el país. Este acuerdo fue impulsado en su momento por el gobierno del presidente Misael Pastrana Borrero (1970-1974) y se firmó en este corregimiento con presencia de terratenientes y productores agrícolas.

Este pacto surgió como respuesta a las políticas de reforma agraria que se intentaron implementar en la década de 1960, particularmente con la Ley 135 de 1961 promovida durante el gobierno de Alberto Lleras Camargo y ejecutada parcialmente por Carlos Lleras Restrepo (1966-1970). Esta ley buscaba redistribuir tierras improductivas a campesinos sin acceso a propiedad, fortaleciendo el Instituto Colombiano de Reforma Agraria INCORA, como el encargado de expropiar y adjudicar tierras.

El pacto, fruto de la presión de los grandes terratenientes, ganaderos y empresarios agroindustriales replanteó la reforma agraria, modificando la política de tierras en favor de los grandes propietarios y cercenando la aspiración de los campesinos a acceder a ella. Cabe recordar que, desde esa época, se estableció la compra de tierras voluntaria y negociada, eliminando la posibilidad de una reforma estructural del acceso a este recurso.

El evento de este año en tierra tolimense tiene relación con la celebración en el 2025 del Año de la Agricultura Familiar, Campesina, Étnica y Comunitaria. En palabras de la Ministra de Agricultura antes de la crisis ministerial: “Construimos juntos la posibilidad de transformar a Colombia y nos permitimos dialogar y concertar esas rutas de transformación. Nos reuniremos en junio en el Foro Mundial por la Tierra y estaremos preparando la II Conferencia Internacional de la Reforma Agraria en la última semana de febrero del 2026 que nos ha aprobado Naciones Unidas", manifestó.

Es muy probable que en el evento se vuelva a rememorar el significado político del pacto de 1972 y sus implicaciones en el desmonte de la reforma agraria, de la consolidación de la propiedad privada, la eliminación en la práctica del principio de la función social de la propiedad y de la necesidad de resolver el problema de la concentración de la tierra en pocas manos.

La reforma agraria en el gobierno actual ha logrado algunos avances importantes en la redistribución y formalización de las tierras pero enfrenta desafíos en su implementación, sin embargo, más allá de las dificultades, esta reforma sigue siendo una deuda histórica con los campesinos colombianos para avanzar en la consolidación de un campo más equitativo y productivo, donde el desarrollo sostenible y la paz sea posible para todos.

Hugo Rincón González

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