El incierto destino de Venezuela

Caracas amaneció ayer con un cacerolazo en diferentes sectores que se prolongó por más de una hora; también cientos de personas salieron a manifestarse y otros pusieron barricadas en diversas ciudades del país para protestar después de que se conoció que el Consejo Nacional Electoral (controlado por el gobierno) declarara formalmente a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones con el 51,2% de los votos.

Y no es para menos. Hay desconfianza por la falta de transparencia en la entrega de los resultados. Aunque el sistema electoral es confiable, sus resultados no se pueden verificar sin las actas de registro y es por eso que la presión internacional se ha centrado en solicitar que se den a conocer dichas actas. La ONU, Estados Unidos, la Unión Europea, España y Colombia así lo reclaman.

Entre tanto, países de Latinoamérica como Chile, Argentina, Perú y Ecuador desconocieron los resultados ante el cúmulo de irregularidades que se presentaron antes y durante las votaciones, y luego en el conteo de votos. La oposición denunció que en algunos puntos de votación les impidieron hacer presencia y denunciaron irregularidades en los escrutinios donde se impidió el ingreso de testigos electorales.

Por su parte, Maduro, atrincherado en el poder, dijo que en su contra se trama un intento de golpe de Estado "de carácter fascista y contrarrevolucionario", y rompió relaciones con los países latinoamericanos que cuestionaron los resultados electorales.

Desde antes de las elecciones había preocupación en la oposición y la comunidad internacional por un posible fraude. Hubo trabas para la inscripción de votantes fuera del país y se presentaron irregularidades en los puestos de votación.

La esperanza de muchos de los siete millones de venezolanos que están fuera de su país era un cambio para poder regresar, y que un nuevo gobierno consiguiera sacar a la nación del aislamiento internacional en que se encuentra y recuperara su empobrecida economía.

Venezuela es nuestro vecino y lo que suceda en su territorio nos afecta. El impacto de un nuevo gobierno de Maduro se sentirá en Colombia, ya que es el principal receptor de migrantes (hay alrededor de 2,8 millones de venezolanos residentes en nuestro país) y de acuerdo con sondeos previos a la elección, cerca del 40% de la población expresó su intención de emigrar en caso de que Maduro resultara reelegido. De manera que una nueva ola migratoria tendría un fuerte impacto en la economía y la vida de los colombianos.

Se avecinan días difíciles y dolorosos para el pueblo venezolano, que inevitablemente se sentirán en Colombia.

 

EL NUEVO DÍA

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