El propósito de esta iniciativa es atraer nuevas inversiones y generar empleo, mediante el establecimiento incentivos tributarios para las empresas locales y las de fuera del departamento que inviertan en Ibagué. Entre los incentivos, se establece una tarifa general de renta del cero por ciento (0%) por los primeros cinco años y del 50% de la tarifa general de renta durante los siguientes cinco, para los negocios que se dediquen a actividades industriales, agropecuarias, comerciales, de turismo o de salud.
El proyecto fue presentado ante la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, el Comité de Gremios Económicos del Tolima, concejales y empresarios de la ciudad. El presidente del Comité de Gremios, Efraín Valencia, respaldó la iniciativa y manifestó que es necesario comenzar a trabajar en varios frentes como los sistemas de información, el acompañamiento a los inversores, la formación de capital humano y la planificación del territorio.
La capital del Tolima no ha conseguido despegar en lo que se refiere a la instalación de industrias y de grandes empresas; hubo un intento con la Ley 44 de 1987, pero la mayor parte de las que se constituyeron al amparo de la norma emprendieron el vuelo en cuanto terminaron las exenciones tributarias.
La mayoría de las empresas en Ibagué son micronegocios que, en su mayoría, generan uno o dos empleos. Pese a que ha disminuido el desempleo, la informalidad es muy alta, los jóvenes y las mujeres siguen siendo los que menos logran ocuparse y los salarios no son de calidad.
Confiamos que, en esta ocasión, el proyecto de ley salga a flote, pues durante el mandato de Andrés Hurtado se hizo una petición similar al gobierno de Iván Duque, pero esta no se materializó.
Para concretar iniciativas de gran alcance como estas, le conviene a la ciudad que sus líderes políticos, sociales y económicos se unan, comenzando por los congresistas de la bancada tolimense que tienen allí una causa común en beneficio del Departamento. Esta es una oportunidad que no se puede dejar pasar.
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