Propósitos ciudadanos para el 2025

Los ciudadanos, como integrantes de la sociedad, también tienen compromisos con su comunidad.

Al culminar el año y comenzar uno nuevo, las personas hacen un balance de su trabajo, sus metas y sus propósitos; se comprometen a retomar la dieta, a hacer más ejercicio o a ser mejores compañeros, hermanos, hijos, padres o esposos.

Los ciudadanos, como integrantes de la sociedad, también tienen compromisos con su comunidad. Habría que revisar qué estamos haciendo mal en Ibagué y proponernos construir un lugar más amable para todos. Son muchas las pequeñas acciones que cada uno puede hacer y que mejorarían significativamente la vida colectiva.

El ruido en las calles, en los almacenes, en los vehículos, en las casas se tornó en un verdadero dolor de cabeza para aquellos que desean pasar sus días y sus noches en tranquilidad, pero que se ven obligados a soportar la música estridente, los pitos y las sirenas.

Dejar basura en cualquier parte (desde bolsas, botellas plásticas, papeles y empaques de comida, hasta los desperdicios de las casas, escombros y muebles viejos) se volvió parte del paisaje urbano; con el agravante de que está fallando el servicio de Interaseo y que crece la indiferencia frente al desaseo en las calles. Si no hay conciencia ciudadana sobre este aspecto no habrá suficientes carros recolectores ni escobitas para mantener limpia la ciudad.

El comportamiento en las vías también deja mucho que desear. Muchos ibaguereños no respetan las normas de tránsito: parquean en cualquier parte, cruzan los semáforos en rojo, no acatan las señales de pare; los motociclistas conducen con exceso de velocidad, manejan en contravía, se suben a los andenes.

Un asunto preocupante es el que tiene que ver con el cuidado de los espacios de todos. Parques, escenarios deportivos y mobiliario urbano son algunos de los bienes públicos que presentan un avanzado deterioro. 

Otras situaciones que causan dificultad entre los vecinos, se deben al poco cuidado que algunos dueños de mascotas tienen con los excrementos, lo cual es motivo permanente de discordias.

Para finalizar, Ibagué pretende ser una zona turística, pero hace falta mejorar la atención al cliente y la amabilidad con los visitantes.

Por eso, los propósitos de los ibaguereños han de comenzar por conocer y acatar las normas de convivencia; participar activamente en los programas de la comunidad; generar empatía y tolerancia con los vecinos y en el trabajo, y cuidar el entorno.

El Nuevo Día

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