Debate a la salud mental en Colombia

Aumento de suicidios y expresiones de violencia extrema en las calles y en los hogares son algunas de las situaciones derivadas de los problemas de salud mental en Colombia.

Uno de los trastornos más preocupantes es la depresión. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), la depresión afecta al 4,7% de la población; es decir, cerca de 2,5 millones de personas. Otra cifra alarmante indica que el 44,7% de niños, adolescentes y jóvenes padecen algún tipo de afectación de salud mental (depresión, ansiedad, bipolaridad, desórdenes en la alimentación).

A esta problemática se añade la deficiente prestación de los servicios de salud en esta área. Solo el 20% de las personas que padecen depresión mayor son atendidas por los servicios de salud. Los pacientes que presentan algún trastorno deben esperar durante meses para una cita de 20 minutos, con lo cual las posibilidades de éxito de los tratamientos son casi nulas. Además, en Colombia solo hay dos psiquiatras por cada 100.000 habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 17.

Esto llevó a un debate de control político en la Cámara de Representantes, que se denominó “La salud mental: una bomba de tiempo”, al que fueron citados los ministerios de Salud, Trabajo y Educación, la Superintendencia de Salud y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), para que informaran al Congreso sobre las acciones que han implementado para dar una respuesta eficaz a este fenómeno creciente.

En la sesión se dieron a conocer testimonios de las personas que no han encontrado respuestas adecuadas a sus situaciones en el sistema de salud y se presentaron cifras preocupantes de Medicina Legal que señalan que, en promedio, cinco personas intentan suicidarse cada hora en Colombia, y cada día, más de nueve lo consiguen; asimismo, que los suicidios aumentaron 34% en los últimos ocho años, siendo los jóvenes, los indígenas y los afrodescendientes los grupos poblaciones en mayor riesgo. Muchas de las afecciones a la salud mental obedecen a factores como la situación económica, la inestabilidad emocional ocasionada por violencia intrafamiliar, el matoneo escolar, la discriminación y el acoso laboral, amén del impacto de la pandemia en la salud mental y el estado permanente de pugnacidad que se vive diariamente en las redes sociales.

Es urgente, entonces, la implementación de mecanismos que permitan brindar un tratamiento efectivo para los pacientes y sus familias; se trata de situaciones que no se pueden dejar escalar más, pues las consecuencias serán nefastas para la sociedad.

El Nuevo Día

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