El artículo 117 del Código Civil, vigente desde 1887, aún permite el matrimonio entre mayores de 14 años, siempre y cuando cuenten con la autorización por escrito de los padres.
Para Unicef, el matrimonio infantil es toda aquella unión, formal o informal, entre dos menores o un menor y un adulto. Se considera violatoria de los derechos humanos, porque limita las posibilidades de estudio de los niños y aumenta sus condiciones de exclusión y pobreza.
Según un informe de Unicef (2022), Colombia ocupa el puesto 20 en el mundo en lo que se refiere al número uniones entre menores de 15 años y el puesto 11 en uniones entre menores de 18 años. El año pasado se registraron 114 matrimonios de menores, de acuerdo con las cifras de la Superintendencia de Notariado y Registro.
El matrimonio infantil afecta en especial al género femenino. Cerca del 92% de los menores que se casan o están en una unión informal, son mujeres. Además, la mayoría de los matrimonios de niñas es con hombres que les llevan más de 20 años (más del 70%, según cálculos de Unicef).
Muchas de esas uniones son toleradas, aprobadas y hasta forzadas por las familias porque son vistas como una forma de salir de la pobreza. Sin embargo, las investigaciones señalan que las niñas o adolescentes que se casan o conviven con su pareja disminuyen sus posibilidades de estudiar y prepararse para conseguir oportunidades laborales; son condenadas a realizar trabajos del hogar sin remuneración y son sometidas a la voluntad de su esposo o compañero, por razón de su dependencia económica.
El camino de la aprobación de la ley no fue fácil, pese al respaldo de muchos sectores defensores de los derechos de la niñez. Desde 2007 se hicieron nueve intentos y el proyecto había sido hundido en ocho ocasiones, hasta que, finalmente, fue aprobado el pasado miércoles.
Además de prohibir el matrimonio infantil, la ley busca esta establecer un apoyo integral a niños y adolescentes, brindándoles alternativas de vida y apoyo para desarrollar sus proyectos. Aunque esta no es la solución a las continuas vulneraciones de los derechos de los niños, sí es un paso importante para su reconocimiento.
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