¿Qué pasa con el aseo en Ibagué?

Es preocupante la actitud de muchos ciudadanos que se desentienden de sus desechos y los dejan al aire libre, sin importarles que estos son focos de contaminación.

El Día de Navidad, Ibagué amaneció inundada de basuras. Transitar por calles y avenidas, como la Guabinal, significó recorrer un panorama deprimente. Bolsas rotas y desperdicios regados, sin recoger, lo mismo que las bolsas que dejan los “escobitas”.

Por si fuera poco, algunos ibaguereños hicieron “limpieza” en sus hogares, pero arrojaron a la calle, sin ninguna consideración, los elementos que no les servían: sofás, sillas, estantes en madera, colchones y hasta inodoros hacían parte del paisaje. 

¿Qué ocurrió? Interaseo, la empresa responsable de recoger los desechos informó que los horarios de recolección cambiarían los días 23, 24, 30 y 31 de diciembre, cuando comenzarían los recorridos tres horas más temprano. Al parecer, el comunicado no fue socializado debidamente y la mayor parte de los usuarios sacaron su basura en los horarios habituales.

Es preocupante, además, la actitud de muchos ciudadanos que se desentienden de sus desechos y los dejan al aire libre, sin importarles que estos son focos de contaminación. Además, es bien sabido que la empresa de aseo ofrece el servicio de recolección de los muebles viejos, escombros y otros inservibles, y estas visitas se pueden programar para que estos no queden expuestos en la calle.

Es comprensible que Interaseo quiera que sus empleados puedan pasar estos días con sus familias, pero también es importante que se empleen diferentes estrategias de comunicación, como informar a los negocios y a las juntas de acción comunal sobre estos cambios, con la debida antelación.

Los ibaguereños, por su parte, no están exentos de culpa. Hay un ambiente de indiferencia con el aspecto de la ciudad. Las calles están sucias y no es solo porque el carro recolector no pasó a la hora habitual; ocurre también porque muchos botan papeles, vasos, platos y envolturas desechables en cualquier parte; así mismo, hay algunos parques y espacios concurridos de la ciudad donde no hay canecas para esta clase de residuos.

Confiamos que, para este final de año, cuando de nuevo cambian los horarios, se haga una adecuada divulgación, en los negocios y en los hogares, de manera que en el nuevo año la ciudad no presente otra vez ese feo aspecto que le dan las basuras. De igual forma, es de esperar que los usuarios del servicio estén pendientes para no dejar sus desperdicios en cualquier parte.

El Nuevo Día

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