Cordial invitación a los taxistas

Carmen Inés Cruz Betancourt

Justo es reconocer el duro trabajo que realizan los taxistas, especialmente porque deben transitar por vías bastante deterioradas y en medio de un tráfico desordenado y agresivo. Igual se debe valorar su importancia para mantener el dinamismo de las ciudades y lograr que quienes nos visiten se lleven una buena imagen de la ciudad y de sus habitantes.
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Es amplia la normatividad que regula su trabajo en aspectos como mantener al día los permisos de ley y la revisión técnico mecánica de los autos; y también los conductores conocen muchas normas de comportamiento para la realización de su labor. No obstante, en la práctica, muchos descuidan el cumplimiento de estas últimas a pesar de su importancia cuando se trata de ofrecer un buen servicio. Por ello es pertinente reiterar la invitación para que las apliquen. 

Algunas tienen que ver con el vehículo, como mantenerlo en orden y aseo total, tanto dentro como afuera, tanquearlo  antes de iniciar su jornada y, en todo caso, hacerlo sin que los pasajeros estén dentro del auto. También es importante el modo como se relacionan con los pasajeros, veamos: en primer lugar, qué bueno que se dirijan a ellos llamándolos: señora o señor, y en ningún caso: madre, madrecita, mami, mamita, linda, mujer o compadre, como lo hacen algunos pensando que con ello son percibidos como muy gentiles, pero solo consiguen que los califiquen como atrevidos o zalameros. Igual, ayuda que el conductor vista de modo adecuado, porque está en su jornada de trabajo y no en la playa ni en una cancha de futbol; su forma de vestir hace gran diferencia y puede generar o nó, confianza a sus pasajeros. Se sugiere así mismo, que si escuchan radio lo hagan con un volumen muy discreto y no “a toda mecha”; tampoco es aceptable que hablen por celular mientras conducen, ni se trencen en diálogos con sus colegas que circulan en la vía.

Por supuesto, deben cuidar de parquear en lugar seguro, de tal modo que el pasajero no corra riesgos al subir o bajar, y si se trata de personas con algún tipo de impedimento o llevan paquetes o maleta, les ayuden a ubicarlos. Y hacen muy bien cuando le preguntan qué ruta prefiere que tomen, o le informen cuál proponen a fin de que se sientan más seguros. Sobra mencionar la importancia de que no excedan la velocidad, respeten semáforos y todas las señales del tráfico, incluyendo los espacios donde pueden parquear. 

Respecto a la tarifa, es importante que recuerden poner en marcha el taxímetro al iniciar el servicio para evitar disgustos a la hora del pago y ayudará mucho que mantenga dinero en denominación sencilla para evitar problemas a la hora de dar el “cambio” 

Será muy útil que se mantengan informados sobre aspectos relevantes de la ciudad, como sitios de interés y eventos, a fin de que informen a los pasajeros que lo requieran. Y, puesto que la ciudad se propone atraer turismo internacional, será de gran utilidad si avanzan en el estudio del idioma inglés.

Cuidar que estas recomendaciones sean asimiladas es tarea no solo de las autoridades, también de las empresas que afilian, de los propietarios de los vehículos, de los conductores y de las agremiaciones. Muy bien harían si realizan campañas permanentes para asegurar que se conozcan y apliquen, hasta conseguir que dichos comportamientos no se perciban como una imposición sino como su forma de trabajo, con lo cual todos nos beneficiamos. Finalmente, cabe señalar que la mayoría de las sugerencias anotadas aplican no solo a los taxistas, también a conductores de otros vehículos de servicio público.

 

Carmen Inés Cruz

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