Mi nombre podría ser Liliana, María o Carolina. Y podría ser la mujer del Bolillo o del Mono, la novia de Mateo o de Lucho, o simplemente la amante del doctor García.
El tema lo puso Lula, quien por halagar a Santos mortificó a Uribe. No debió venir a Colombia a expresar sus diferencias con el expresidente, así lo hiciera para congratularse con nuestro actual Mandatario.
El áurea del éxito brilla en los ojos de los colombianos: desde la época de los Juegos Panamericanos, hace más de tres décadas, no pasábamos por un periodo de excitación deportiva como el actual.