La Gobernación ya hizo la solicitud oficial ante el Gobierno Nacional, y por estos días el Ministerio del Deporte llevó a cabo una visita técnica de los escenarios en Ibagué y los demás municipios que fueron postulados como subsedes (Chaparral, Melgar, Prado, Líbano y Espinal).
Después de la hecatombe de hace nueve años, cuando nuestro Departamento recibió el apoyo para ser sede de los juegos nacionales de 2015, que resultaron en un completo fracaso y en un pozo sin fondo por donde los recursos públicos se perdieron y los escenarios quedaron destruidos o inconclusos, los tolimenses tienen la esperanza de superar la decepción de aquella época y adelantar unas justas exitosas.
“Solo Dios sabe el daño irreparable que vivimos en el año 2015, pero como los tolimenses no sucumbimos ante las dificultades, no hemos venido levantando de las ruinas y desde allí hemos construido un presente para tener un futuro mucho mejor”, dijo la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, durante la exposición de la propuesta, que se denominó “Renacer”.
Afortunadamente, el Gobierno Nacional no castigó a los tolimenses por la corrupción de los funcionarios de la época y entregó los recursos necesarios para la culminación de los escenarios. Gracias a ello, el patinódromo, coliseo mayor, el tejódromo y la pista de BMX (en el parque Deportivo) y el coliseo de Combate, en el complejo de la 42, lograron ser terminados y cumplen con las especificaciones técnicas para desarrollar pruebas de alta competición.
El Departamento tiene a su favor, además, que en Ibagué se han organizado competencias deportivas nacionales e internacionales y la ciudad ha cumplido tanto con los escenarios deportivos, como con la infraestructura hotelera, la conectividad aérea y terrestre y la seguridad para los deportistas.
A finales de este mes se espera que el presidente Gustavo Petro comunique la decisión del Gobierno Nacional. Esta es una segunda oportunidad para que el Tolima demuestre que superó la corruptela del pasado y que está en capacidad de realizar esta vez unos juegos deportivos inolvidables, por su calidad competitiva y su excelencia organizativa.
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