Los compromisos de Interaseo para recuperar la limpieza en Ibagué

Conseguir que la ciudad se recupere de este desastre seguramente se tomará algunas semanas, pues son amplios los sectores que requieren una intervención urgente. Lo que no se puede permitir es que Ibagué continúe siendo un enorme basural.

En las últimas semanas el servicio de recolección de basuras se convirtió en un desastre para Ibagué. 

Desde diferentes puntos se reportó el incumplimiento en los horarios de recolección, lo cual ocasionó la acumulación de basuras en las calles, con la consiguiente contaminación y aumento de plagas como cucarachas y roedores.

La basura en los espacios públicos es un fenómeno que comenzó hace algunos años, en gran parte por la irresponsabilidad de ciudadanos de los sectores residenciales y algunos propietarios de negocios, especialmente de restaurantes, que sacaban sus desechos a destiempo o los dejaban en sitios que se convirtieron en botaderos. La empresa Ibagué Limpia tenía identificados 32 lugares usados como muladares. Así mismo, los escombros y los muebles inservibles son abandonados en la vía pública.

Pero en los primeros días de este año, la multiplicación de basuras por doquier se volvió insoportable. Desde muchos barrios los ibaguereños se quejaron y reclamaron información sobre si los horarios de recolección habían cambiado, pues el carro no pasaba en las horas ni los días acordados. 

Ante el inconformismo ciudadano, la empresa encargada expidió un comunicado que muy poco aclaró la situación: “Sobre el servicio de recolección de basuras y residuos en el municipio de Ibagué, Interaseo informa que no se han realizado cambios que afecten el horario del plan operativo”. 

La situación anómala obligó a convocar a asamblea extraordinaria a los socios de Ibagué Limpia, entidad encargada de supervisar la labor de Interaseo. En la reunión, la empresa se comprometió a corregir aspectos como el aumento de dos carros compactadores, garantizar el cumplimiento de los horarios y recorridos, mejorar el barrido de las calles, instalar más canecas públicas e implementar un plan diferencial de aseo en las plazas de mercado. De esto se desprende que sí hay inconvenientes que deben ser superados, pero que no se han comunicado debidamente a la ciudadanía.

Conseguir que la ciudad se recupere de este desastre seguramente se tomará algunas semanas, pues son amplios los sectores que requieren una intervención urgente. Lo que no se puede permitir es que Ibagué continúe siendo un enorme basural.

El Nuevo Día

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