El presidente de la Junta de Acción Comunal del sector, Mario Eduardo Rico Díaz, manifestó que el atraso de la obra fue por las denuncias de ‘algunas’ personas que se oponen y siempre miran lo malo de cualquier obra, como Luis Alberto Lozano y Renzo William Cerón.
No obstante, “las investigaciones solicitadas por los demandantes con relación a los parámetros de diseño y licencias de construcción se efectuaron y ahora el proceder es entregar el establecimiento a las familias que tienen que trabajar bajo el sol y la lluvia”, dijo el presidente de la JAC.
Habitantes
La comunidad del Salado está muy contenta con la obra, así lo evidenció Neptalí González, al expresar que es un sueño de las personas que tienen que trabajar en pésimas condiciones de salubridad y del clima, como de los que viven en el sector y desean ver el lugar más organizado.
Sin embargo, tras la entrega de este proyecto, se viene otro litigio, tal como lo expresaron algunos medios radiales, y es “lo que tiene que ver con la ubicación e indemnización de quienes tienen sus negocios y mejoras en la actual y antigua plaza y que por ocupación de espacio público y la ampliación proyectada a la avenida Ambalá, deberán evacuar el lugar, caso concreto, los del pabellón de carnes, cuyos locales cuentan con cuartos fríos y pisos e instalaciones con sistemas modernos”.
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