Rescatar a nuestros campesinos
En un recorrido por el corregimiento de San Juan de la China de Ibagué, pude comprobar que todos los logros sociales que alcanzamos en el anterior gobierno de la ciudad fueron destruidos en estos recientes 4 años. Cerraron el puesto de salud que se había dejado dotado y en funcionamiento para que atendiera de manera prioritaria a la población y prestara el servicio de medicina preventiva. Cerraron la escuela en Aures, una de las veredas del corregimiento. Tiraron al olvido las vías de todas sus veredas (así como todas las vías terciarias de la ciudad), apenas estos días mandaron a “raspar” (como coloquialmente se le llama) la vía principal porque están haciendo campaña por esos lados, dicho por los mismos campesinos. No hay ninguna obra de infraestructura vial, ni mejoramientos de vivienda ni de infraestructura de servicios públicos, ni siquiera proyectos productivos integrales que le permita a las familias campesinas superar el estado de pobreza monetaria en el que vive la mayoría. Todo lo acabaron, un poder de destrucción incalculable.