Un certamen singular
Siempre será una experiencia enriquecedora para mí observar la obra del maestro Eduardo Ramírez Villamizar, (Pamplona, 1922-Bogotá, 2004), sea cual fuere el espacio en donde se exhiba. Sus construcciones, sus cruces de planos, sus esculturas oxidadas, la incorporación del color en otras, remiten a una ansiedad de espacio absoluto o a la certeza de la pequeñez del ser humano.