La mayor parte de las críticas que he leído sobre Mo Yan, flamante Premio Nobel 2012, de nacionalidad china, sobre todo en las redes sociales, han sido acerca de su militancia política.
El 2012 fue un gran año para la literatura tolimense… Y lo afirmo porque se pueden destacar varios libros que han calado en la historiografía literaria nacional y vieron la luz a lo largo de él.
Hablar de la obra del escultor Édgar Negret no es fácil. Y no lo es porque sea de difícil acceso al entendimiento de todos sino por la multiplicidad de significados que despierta la renovación permanente de puntos de vista al ver sus esculturas en diferentes escenarios y tiempos. Negret en Nueva York o en Bogotá, Negret en Barcelona o en Cali, Negret en Ibagué.
Los hechos terribles y traumatizantes que marcaron la historia de los países del Cono Sur, en especial Chile y Argentina, en el pasado siglo, han sido retomados por la literatura pero no ya con el desprecio marcado por la política o la ideología, sino estructurados con el arte, con la magia del lenguaje, con la arquitectura del recuerdo y el asombro de la historia.
Es increíble, pero cierto. Tuve que esperar tres meses para poder gozar de una obra de Mo Yan, el escritor chino favorecido con el último premio Nobel de Literatura, el correspondiente al presente año 2012.
Hacía rato que no leía una columna tan contundente como la de Jorge Orlando Melo en el diario nacional “El Tiempo”, donde acostumbra lucirse con su erudición.
Uno de los personajes principales de mi novela “Buen viaje, General”, es Camilo Pérez Salamanca. En ella funge de informador del narrador acerca de la historia nacional y de la región, le suministra documentos, anécdotas, datos y consejos y es un acucioso vigilante del desarrollo de los acontecimientos.
Escribir una novela dentro de la novela no es, en verdad, algo novedoso. Lo es la manera como se inserta, o se descubre que se inserta, la sensación de estar leyendo un texto que a la postre resulta ser lo que escribe el narrador y de ahí en adelante, confluidos en uno solo los dos textos, son la historia que sustenta la novela.