Catatumbo: El dolor que no entiende de protocolo
El sol del Catatumbo quema más que el asfalto en verano, y Carlos, Andrés, Laura y Javier lo saben mejor que nadie. Con 35 años, manos de campesino y un bolso casi vacío, cargan con él la historia de un desplazamiento que no elige, sino que le toca.